El confinamiento ha quedado en el atrás, dejándonos una gran lección: nuestras acciones tienen mucho más efecto en los demás de lo que creemos posible.
El tiempo en casa nos ha hecho cuestionar cómo es nuestra relación con las demás personas, con el medio ambiente y con el planeta… empezando con la relación que tenemos cada uno de nosotros con nuestro hogar. Es momento de convertir esas reflexiones en acciones concretas a beneficio del planeta, ¡y de nuestro bolsillo!
Está claro: una economía sostenible empieza por hogares sostenibles, y lo mejor de todo es que esto muchas veces conlleva a ahorrar.
Estos consejos no exigen que cambiemos de un día para otro nuestro modo de vivir, al contrario, son cambios mínimos que apuntan hacia una mejor economía doméstica y mundial. La mejor forma de aplicarlos es ir adoptándolos uno a uno, llevando un conteo de días. Puedes probar con el método de los 21 días, que indica que, si repites una acción por 21 días seguidos se convierte en un hábito nuevo.
Además, un estilo de vida sostenible contribuye con la mejora integral de la salud. Un ejemplo claro de ello es lo positivo que resulta reducir el brillo en las pantallas de nuestros televisores. Se ha comprobado que cerca del 70% de la población sufre de fatiga ocular por el excesivo uso de pantallas; lo que favorece a su vez al insomnio, la poca capacidad de concentración, el dolor de cabeza…etc.
¿Crees que es necesario otro parón para transformar tu vida hacia una más plena y sostenible? Desde Good4Good te anímanos a pensar fuera de la caja y poner en práctica todos estos consejos. Prometemos que te sentirás mejor con tu entorno y tu consciencia te lo agradecerá.
