La ONU ha proclamado el 2021 como el Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil. Se trata de una lacra que sigue afectando a millones de niños en el mundo y cuyo objetivo es su eliminación para el año 2025, siguiendo los objetivos de la Agenda 2030.
En un acto organizado de forma virtual, los gobiernos de las Américas se comprometieron a sumarse a dicho pacto y acabar con esta desgraciada situación. El evento contó con la participación de Iván Duque, presidente de Colombia, Alejando Giammattei, presidente de Guatemala o Marvin Rodríguez, vicepresidente de Costa Rica.
Todos ellos reiteraron su compromiso en la extinción del trabajo infantil en sus Estados. Además se comprometieron a tomar medidas tales como cambios en la legislación, formación de los servidores públicos o la aplicación de acciones de prevención y erradicación.
La amenaza del COVID-19
El director general de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Rider, incidió durante el evento virtual en la incidencia que la crisis provocada por la pandemia del COVID-19 tendrá en el problema.
La actual situación puede provocar un importante aumento en la tasa de trabajo infantil en la región debido al aumento de la pobreza o el cierre de las escuelas. Como consecuencia, alrededor den entre 100.000 y 325.000 niños podrían sumarse al mercado de trabajo infantil, unos 10,5 millones . Sin embargo, debemos recalcar el esfuerzo de la región por eliminar esta lacra, ya que entre los años 2000 y 2016 se redujo en 100 millones el número de menores que trabajaban.
Por su parte, Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz, señaló que es posible acabar con el trabajo infantil. “Tenemos el conocimiento del problema, conocemos las soluciones, tenemos mucha tecnología. ¿Entonces qué nos detiene?”
Este acto avala el compromiso de los Estados por finalizar de una vez por todas con este grave problema garantizando una infancia libre y feliz a todos los niños del planeta.