El pasado 9 y 10 de septiembre tuvimos la suerte de acudir a una limpieza del fondo marino a propósito del Mediterranean Fest. Un festival que celebró su primera edición junto a Gádor Muntaner, oceanógrafa y divulgadora, y que unió temas tan interesantes como la conservación marina, sostenibilidad, ciencia, deporte, arte, ocio y cultura.
Un viaje hacia las profundidades
Nos encontramos en el Puerto de Sóller, en la isla de Mallorca donde un grupo de buzos voluntarios se preparan en sus barcos para tomar rumbo mar adentro, con la finalidad de aportar su granito de arena para realizar una limpieza del fondo marino del Mar Balear.
A 15 minutos de tierra, cargados de ganas, retos y una bombona de oxígeno a sus espaldas saltan uno detrás de otro al agua bajo la que permanecerán alrededor de una hora con un único reto: recoger el mayor número de residuos posibles, y así contribuir a la conservación del mar en la costa mallorquí.
Durante la inmersión en este pequeño paraíso reina el silencio. Parece mentira que debajo de esas aguas se encuentren 12 buzos, 12 personas que buscan aprovechar cada minuto y porcentaje de oxígeno con el fin de limpiar el fondo marino del puerto de Sóller.
Transcurren 20 minutos hasta que dos de los buzos se aproximan a la superficie, suben lentamente y sacan a la superficie una tumbona de playa. De las azules de toda la vida. Algo que parece increíble y que nos hace preguntarnos cómo pudo llegar hasta allí.
Preguntamos al capitán del barco, quien nos informa que pudo ser llevada hasta allí debido al temporal, pero que el resto de residuos son claramente la huella del ser humano.
Poco a poco van regresando al barco el equipo de voluntarios. Personas que han dedicado una tarde de su sábado, no a ver peces, si no a limpiar el mar. Hilo de pesca, redes, neumáticos, latas, cuerdas, y plásticos son algunos de los desechos que suben a la superficie.
Tras una hora de inmersión y muchos residuos sacados a flote vuelven a puerto felices, porque cada pequeña ayuda cuenta y supone un cambio hacia la conservación marina.
La gratificación es inmediata y la ayuda imprescindible.
Debemos pensar por todos
Como seres humanos tenemos la responsabilidad de cuidar y proteger nuestra tierra y también nuestros mares y océanos.
Vivamos cerca o lejos del mar todos podemos aportar de manera individual nuestro granito de arena.
Algunas de las recomendaciones sugeridas por expertos:
Prestar atención al consumo: el consumo local, de proximidad y de temporada ayuda a reducir la huella de carbono.
Atención a los envases de plástico: llevar bolsas de tela, reducir el uso de toallitas, y usar nuestras propias botellas de agua y recipientes reutilizables es un paso para reducir el consumo de plásticos que en la gran mayoría de los casos van a parar al mar.
Contribuye en la limpieza: lo más importante es no ensuciar, no dejar restos y residuos cada vez que visitemos la playa o la montaña. Sin embargo, no solo basta con ello si no que también debemos ayudar y colaborar recogiendo aquellos residuos que encontremos. Aunque parezca un gesto insignificante, si todos nos unimos, la ayuda es inmensa.
Todos formamos parte del mar, y está en nuestra mano pensar por todos a nivel global, por los que estamos en tierra y por los que están en mar.
Solo de esta manera podremos salvar nuestro hogar.
Fotografías y texto por Melisa Cabral