La movilidad sostenible se ha convertido en un tema central en la agenda de muchas ciudades españolas, y el uso de la bicicleta compartida ha surgido como una opción popular y respetuosa con el medio ambiente. Según el último estudio titulado ‘Bicicleta Compartida en España: Oportunidades y Retos para una Movilidad Sostenible’, realizado por Fifteen e Ipsos, el 77% de los españoles respalda el uso de un servicio público de bicicletas compartidas en sus ciudades.
El informe, que analizó 1.900 casos, reveló que la bicicleta se ha convertido en un medio de transporte habitual para el 19% de la población española. Este dato indica un cambio significativo en las preferencias de movilidad de los españoles.
Entre los datos más destacados, el estudio señala que el 51% de los encuestados utiliza la bicicleta en alguna ocasión, lo que refleja un interés generalizado en este medio de transporte. Por el contrario, el 33% de los participantes mencionó la falta de una bicicleta propia como la razón principal para no utilizarla, lo que sugiere que la disponibilidad de bicicletas compartidas podría superar esta barrera y fomentar su uso.
Asimismo, el informe detalla que los hombres lideran el proceso hacia una movilidad más respetuosa con el planeta, representando el 59% de los usuarios. Mientras que la franja de edad de 25 a 44 años destaca con un 44% de participación. La edad media de los usuarios se sitúa en los 39 años.
Bicicletas públicas como solución
La aceptación de la bicicleta compartida se percibe no solo como una opción de transporte individual, sino como un componente integral de un sistema de movilidad urbana sostenible. Las ciudades españolas han respondido a este cambio de actitud mediante la implementación de programas de bicicletas compartidas en todo el país.
Estos programas ofrecen una red conveniente y accesible de bicicletas disponibles para alquiler en puntos estratégicos de la ciudad, lo que facilita a los ciudadanos la adopción de este medio de transporte.
Una forma de ser feliz y mejorar la salud de todos
En este contexto, los datos recogen que el 89% de los encuestados cree que desempeña un papel importante en la reducción de las emisiones de carbono y un 82% en la reducción del tráfico.
Por otro lado, un 87% considera que el uso de la bicicleta aumenta la energía mental y física, mientras que el 75% asegura que mejora su bien estar y le hace sentir más feliz.
El apoyo al servicio público de bicicletas compartidas no solo refleja la creciente conciencia ambiental, sino también el deseo de alternativas de movilidad más eficientes y saludables. Además de reducir la congestión del tráfico y las emisiones de carbono, el uso de la bicicleta fomenta estilos de vida activos y contribuye a la creación de comunidades más sostenibles.
Este medio de transporte está destinado a desempeñar un papel crucial en las ciudades del futuro, donde la movilidad sostenible es la norma y no una excepción. Desde Good4Good queremos animarles a introducir la bicicleta como transporte habitual a su día a día, un pequeño cambio que puede mejora la vida de todos.