Astronauta caminando sobre la superficie de Marte, símbolo de la investigación de científicos de Texas que crean comida y medicamentos en el espacio.

Comer y curar en el espacio: científicos de Texas preparan la próxima revolución orbital

Científicos de Texas impulsan una nueva era biotecnológica en el espacio

Científicos de Texas están liderando una revolución biotecnológica que permitirá producir comida y medicamentos en el espacio.
Cultivar alimentos o fabricar tratamientos fuera de la Tierra ya no es una fantasía de ciencia ficción. Investigadores de la Universidad de Texas en Austin, en colaboración con la NASA y varios institutos biotecnológicos, están desarrollando microorganismos capaces de generar nutrientes, fármacos y materiales esenciales directamente en órbita.

Cómo funciona la biología sintética en el espacio

Este avance podría cambiar para siempre la forma en que los humanos sobreviven —y prosperan— en el espacio.

El proyecto forma parte del programa Space BioFoundry, una plataforma que adapta los principios de la biología sintética a entornos extraterrestres. Mediante edición genética y sistemas de control autónomo, los científicos están diseñando bacterias y algas que pueden generar proteínas, antioxidantes y compuestos terapéuticos utilizando solo luz solar, CO₂ y residuos orgánicos. En otras palabras, una fábrica viva y autosuficiente en microgravedad.

“Si queremos permanecer más allá de la órbita terrestre, necesitamos sistemas biológicos que nos acompañen, se regeneren y evolucionen con nosotros”, explica la doctora Sarah Richardson, investigadora principal del proyecto. Los primeros experimentos se están llevando a cabo en módulos de la Estación Espacial Internacional, donde los microbios cultivados en biocápsulas soportan condiciones extremas de radiación y baja presión sin perder su capacidad de síntesis.

El potencial de este avance va más allá de las misiones espaciales. Las tecnologías derivadas podrían aplicarse también en la Tierra: desde la producción sostenible de alimentos en zonas áridas hasta la fabricación de fármacos en lugares sin acceso a laboratorios complejos. Incluso permitirían reducir el transporte de materiales médicos en zonas de catástrofe, fabricándolos in situ.

El reto ahora es escalar el proceso y garantizar su bioseguridad. Los equipos trabajan en protocolos que eviten mutaciones indeseadas y aseguren la neutralización de los organismos tras su uso. Aun así, la promesa es clara: la vida puede convertirse en su propio laboratorio.

El futuro de la exploración no se trata solo de viajar más lejos, sino de aprender a crear vida que sostenga la vida. Cuando la ciencia se convierte en cultivo, el universo se vuelve un hogar posible.

Fuente: University of Texas News — Space Research: Microbes, Satellites and Deep Space Discoveries (https://news.utexas.edu/2025/10/10/space-research-at-ut-microbes-satellites-and-deep-space-discoveries/)

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