Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
nasa-yZygONrUBe8-unsplash
Copernicus es un sistema satelital de la Unión Europea. Su objetivo es monitorizar todo lo que sucede en nuestro aire, nuestra tierra y nuestro mar. Pero por un objetivo primordial, frenar los efectos del cambio climático.

Copernicus: nuestro ángel de la guarda

Copernicus es la tecnología europea más puntera. ¿Cómo podemos ser más eficaces en el control de nuestros recursos y en la protección de nuestro medioambiente? En Europa se decidió que para responder a esta pregunta se necesita conocer al dedillo cuál es la salud de nuestro planeta.

Copernicus es el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea. Y nos ayuda a conocer el estado de nuestro planeta en todo momento. A través de la observación, recolección y el análisis de sus datos, el programa extrae conclusiones mediante las que ayuda a la Unión Europea a tomar las mejores decisiones.

El programa Copernicus funciona como una red de información espacial. La información que obtiene es condensada a través de muchos satélites, algunos de ellos propios de la Unión Europea y otros muchos comerciales y públicos que complementan la información resultante. Además, la información que recogen sistemas terrestres también es transferida al sistema global.

El objetivo de toda esta recolección de datos es que se genere un valor añadido. El conjunto de datos del sistema, que se remontan a años y décadas atrás, se organizan de modo que permitan la comparación y la búsqueda. De este modo se facilita el seguimiento de los cambios y la comparación.

Además, su aplicación es beneficiosa no solo para prevenir cambios meteorológicos. Sino que también ayuda a que todos los ciudadanos europeos podamos remar a favor de nuestro planeta y atajar los problemas y los nefastos cambios a los que nos enfrentamos.

La acción de Copernicus

Estos datos son eficaces sobre cinco campos de acción. Cinco campos que sirven para monitorizar a nuestra sociedad y a nuestro planeta. Pero no en el mal sentido. Es decir, no se trata de promover una Europa distópica donde todo sea controlado por un ojo que todo lo ve, al más puro estilo del Gran Hermano de 1984. Sino que Copernicus está sobre nuestras cabezas para crear la mejor Europa posible. Y la mejor Europa pasa por mejorar la calidad de sus mares, de sus tierras y de su atmósfera.

Vigilancia atmosférica

De forma continua, el servicio de Copernicus proporciona datos para muy diversas aplicaciones. Desde la salud, la vigilancia medioambiental, las energías renovables o la meteorología y la climatología.

Respecto a nuestra atmósfera, Copernicus es capaz de comprobar la calidad del aire y la composición de la atmósfera. Puede anaizar sus componentes determinando la cantidad de gases de efecto invernadero que alberga; gases reactivos, como el monóxido de carbono o el dióxido de azufre; el ozono y los aerosoles. Gracias a esto, Copernicus puede proveer la información en tiempo real del aire sobre Europa. Además, también estudia el comportamiento de nuestro sol. Gracias a eso, es capaz de explorar cuales son los mejores momentos para la agricultura, para las energías renovables o para la salud.

Vigilancia marítima

Copernicus informa en tiempo real sobre el estado físico y biogeoquímico de los ecosistemas marinos. Gracias a estos datos se puede estudiar la variabilidad y las dinámicas de estos ecosistemas.

Los datos que Copernicus proporciona sobre las corrientes, los vientos y el hielo marino permiten un mejor control del tráfico marino. Y, a su vez, aumenta la seguridad y el control de las rutas que recorren nuestras aguas. El servicio satelital también contribuye a un mejor tratamiento y gestión de la acuicultura, al control del agua y de la contaminación que el mar, lamentablemente, alberga.

Vigilancia terrestre

Nuestro sistema satelital Copernicus proporciona información geográfica diversa y da soporte a diferentes ámbitos. Desde la organización urbana hasta el desarrollo rural, pasando por el control y la transformación eficaz de la agricultura.

Una de sus aplicaciones más interesantes es la que Copernicus facilita al enfrentarnos ante desafíos como la protección de reservas naturales. Gracias al estudio constante y la observación en tiempo real se pueden preparar dinámicas y planes de acción para que la protección de una reserva natural sea la más eficaz posible.

Cambio climático

El objetivo del Servicio de Cambio Climático de Copernicus es facilitar información coherente y fiable sobre el cambio climático en apoyo de las políticas de adaptación y mitigación de la Unión Europea. Además, el servicio y el acceso a herramientas y datos climáticos es completamente gratuito.

Los principales beneficiarios de este servicio son la nación de Costa Rica, Marex Spectron y la cervecera Heineken. La aplicación que ellos hacen de este servicio es la evaluación de los efectos en el caso del primero, la gestión de riesgos para la gestión de materias primas del segundo y, por último, Heineken elabora un plan de gestión del agua para hacerlo sostenible.

Seguridad y emergencias

El sistema Copernicus también es un ojo en el cielo. Y por lo tanto vigila todo lo que ocurre en nuestro continente. Pero no en el sentido de las mil cámaras que velan por su seguridad, que da mucho miedo. Sino que sirve para gestionar de forma eficaz las fronteras, la seguridad interior y exterior del continente y la vigilancia marítima.

Por otro lado, Copernicus también ayuda a la gestión de emergencias. Establece una respuesta rápida a través de un ojo omnipresente. Las crisis como las inundaciones, los incendios o las sequías ahora tienen una solución más temprana.

Comparte

Únete a nuestra Newsletter​

Recibe cada semana una selección de nuestras historias más inspiradoras.
Buscar

Contenidos

Colabora

Quiero Patrocinar

¡Buscamos Voluntarios!

Únete a nuestra Newsletter

Recibe cada semana una selección de nuestras historias más inspiradoras.