El pasado 24 de mayo Aussie Ark anunció el nacimiento de 7 demonios de Tasmania mediante un post en Instagram. El santuario australiano, el proyecto Re:wild y la ONG WILDARK fueron los responsables de esta iniciativa, que busca restablecer una especie reproductora en el continente. La camada es resultado de la reintroducción de 11 ejemplares en el país el pasado mes de septiembre.
Una especie amenazada desde hace más de tres milenios
La introducción del dingo en Australia continental se produjo hace aproximadamente 3.000 años. Esta especie, que en un principio incluso era tomada como animal doméstico, pronto sería considerada como una de las más peligrosas de Australia. A creencias populares como el robo de bebés y ataques recurrentes a personas se sumó la responsabilidad de la extinción de dos especies. Por un lado, la extinción total del tigre de Tasmania y, por otro lado, la extinción del demonio de Tasmania en Australia Continental.
No obstante, estudios recientes señalan la acción del ser humano y cambios en el clima como razones para la extinción de los demonios. Actualmente, la isla de Tasmania cuenta con unos 25.000 ejemplares. Este número era mayor antes de finales de la década de los 90, cuando se registró por primera vez el DFTD (en sus siglas en inglés). Los tumores faciales de los demonios de Tasmania, un tipo de cáncer contagioso, condujo a gran parte de su población a la muerte. Bien por metástasis, bien por inanición al tener tumores en la boca, esta especie se vio al borde de la extinción. Por todo ello, diversas asociaciones llevan décadas trabajando para reintroducir la especie en el continente australiano.
¿Qué impacto puede tener la reintroducción del demonio de Tasmania?
La principal ventaja de la reintroducción de esta especie sería sacarla del peligro de extinción. Asimismo, su reintroducción en Australia continental permitiría controlar el número de especies invasoras tales como gatos salvajes y zorros. En la actualidad, estos también amenazan la supervivencia de otras especies autóctonas del territorio. La iniciativa de Aussie Ark podría restablecer una población reproductora lo suficientemente sólida para dicha reintroducción. La organización destacó que los cachorros se encuentran estables y gozan de buena salud. Además, aseguran que si crecen adecuadamente, podrán ser liberados en el ecosistema australiano en un futuro.
Las autoridades locales se comprometieron a monitorizar las zonas naturales protegidas donde nacieron las crías. hagan monitoreos cercanos de la nueva camada. Especialmente, los cuidadores de dichas zonas llevarán a cabo intensivos seguimientos durante las siguientes semanas, que serán fundamentales para su formación.