El 8 de junio es el Día Mundial de los Océanos 2023 y este año el lema elegido por las Naciones Unidas es: «Planeta Océano: las mareas está cambiando«.
Los océanos son el motivo de nuestra supervivencia y los próximos 10 años serán cruciales para salvarlos. Ocupan tres cuartas partes de la superficie terrestre y concentran la mayor parte de la biodiversidad de nuestro planeta. Además, suministran la mitad del oxígeno que respiramos y absorben anualmente un 26% de las emisiones de dióxido de carbono que emitimos los seres humanos.
Según la Organización de las Naciones Unidas, en 2050 podría haber más cantidad de plástico que peces en los océanos: todo esto sumado a los efectos del calentamiento global. Los océanos se están volviendo más ácidos debido a la absorción de mayor cantidad de CO2 de la atmósfera, lo que causa una dramática pérdida de la biodiversidad y ecosistemas marinos.
A pesar de que dependemos totalmente de él, en comparación con todos los beneficios que nos proporciona, el océano sólo recibe a cambio un fragmento de nuestra atención y recursos.
Así que, para celebrar el Día Mundial de los Océanos, Naciones Unidas está sumando fuerzas junto a científicos, empresarios, sociedad civil, celebridades y activistas para darle prioridad.
Porque las mareas están cambiando y es hora de poner al océano en primer lugar.
¿Por qué se celebra el Día Mundial de los Océanos?
En 2008, liderada por Canadá, la Asamblea General resolvió que las Naciones Unidas designaran el 8 de junio: “Día Mundial de los Océanos”; desde entonces se ha ampliado y profundizado.
Su necesidad y alcance abarcan una lista de preocupaciones que incluyen:
- La aplicación de la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del Mar.
- El espacio marítimo.
- El transporte marítimo internacional.
- La seguridad marítima.
- La ciencia y la tecnología marinas.
- La diversidad biológica.
- El medio marino y el desarrollo sostenible.
- El cambio climático.
- La cooperación regional e internacional.
El océano en datos
- El océano alimenta a 3.000 millones de personas.
La pesca representa un papel importante en la seguridad alimentaria. En 2016, 3.100 millones de personas obtuvieron el 20% de sus proteínas animales del pescado. Sin embargo, a causa de la pesca y las crianzas intensivas, cada vez más especies marinas corren el riesgo de desaparecer.
2. Las temperaturas de la superficie del océano están batiendo récords.
Las personas han utilizado durante mucho tiempo el océano como zona de vertido y montones de basura se han acumulado en el mar, poniendo en peligro la vida marina. Además del plástico, los océanos y sus habitantes también deben soportar el peso de las emisiones de origen humano y el calentamiento del planeta.
Los océanos han absorbido cerca del 90% del exceso de calor acusado por las emisiones de gases de efecto invernadero en las últimas décadas. Un síntoma de ello ha sido el aumento gradual de las temperaturas de las aguas superficiales.
Este año ha sido especialmente alarmante. Para el 01 de abril, la temperatura media del mar alcanzó los 21,1ºC, más de medio grado por encima de la media mundial entre 1982 y 2011.
A largo plazo, el calentamiento de las aguas oceánicas, tanto en superficie como en profundidad, tendrá consecuencias de gran alcance que provocarán un derretimiento acelerado de las capas de hielo, el blanqueamiento de los corales, tormentas intensas y un aumento del nivel del mar.
3. Cada año, el nivel del mar aumenta y se prevé que ascienda 30 centímetros para el 2050, según la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos. El calentamiento del mar hace que su nivel suba, ya que cuando el agua se calienta, su volumen aumenta.
4. Los modelos de predicción – incluso los más optimistas – indican que la cantidad de plástico acumulado en el mar aumentará rápidamente, ya que se vierten entre 8 y 12 millones de toneladas cada año y no existe ninguna previsión -a corto plazo- de que vaya a disminuir.
Nuevos tratados para salvar los océanos
Han hecho falta casi dos décadas de negociaciones para que «el barco llegue a la orilla», en palabras de la Embajadora Rena Lee, presidenta de la Conferencia Internacional sobre Biodiversidad, al anunciar a los delegados de los Estados miembros de la ONU la consecución del Tratado Mundial sobre los Océanos.
Incluso Greenpeace, normalmente poco propensa a la complacencia, calificó el acuerdo alcanzado en la ONU -denominado Tratado Mundial sobre los Océanos- de «victoria monumental».
El objeto del tratado es la Alta Mar, esa parte de la mar situada fuera de las aguas territoriales, que pertenece a todos y a nadie, y que abarca casi la mitad del planeta.
Se trata de un tratado multilateral y jurídicamente vinculante, que todos los Estados se comprometen a respetar y aplicar. El último documento internacional comparable se remonta a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, firmada en 1982.
Son buenas noticias.
Conclusiones
Todos necesitamos un océano sano, así que debemos cambiar nuestra forma de actuar. Juntos, con la gestión adecuada, podemos repoblar los mares, reducir la contaminación marina y minimizar el impacto de la acidificación oceánica.
El poder de regeneración del océano es extraordinario y aún podemos renovar nuestra relación con él para que sea más sabia y sostenible.
Desde Good4Good instamos a reflexionar sobre el poder que tenemos para cambiar las cosas, porque las mismas manos que han ocasionado el daño, tienen la oportunidad de solucionarlo; el gran desafío sigue estando en comunicar al público la enorme escala del problema: el Mar lo merece y aún estamos a tiempo. Celebremos este Día Mundial de los Océanos 2023, teniendo en cuenta que las mareas están cambiando y que, por tanto, debemos actuar inmediatamente para que nuestro planeta deje de cambiar de forma irreversible.
