El análisis genético de la piel de cordero donde fueron escritos los Manuscritos del Mar Muerto da pistas sobre su correcto orden
En 1947, dos pastores beduinos perseguían a una de sus cabras en una de las cuevas de Qumrán, a orillas del Mar Muerto, cuando se encontraron por casualidad con siete rollos de pergamino. Esos manuscritos fueron pasando por las manos de anticuarios y comerciantes hasta que en 1954 un arqueólogo de la Universidad de Jerusalén, Eleazar Sukenik, se dio cuenta de su verdadero valor. Estos pergaminos, ahora conocidos como Manuscritos o Rollos del Mar Muerto, son los textos bíblicos más antiguos.
Entonces, la publicación de varias copias despertó el interés general de los arqueólogos, un interés que llevó al descubrimiento de cientos de manuscritos más. Hoy en día, la investigación de estos manuscritos sigue resultando relevante para la comunidad científica y para el estudio de la Historia porque podría despejar dudas sobre las bases del judaísmo y del cristianismo.
El ADN como herramienta para ordenar la Historia
Los textos estaban fragmentados y hechos pedazos. Durante mucho tiempo, para los arqueólogos, intentar recomponer los textos ha sido como jugar a resolver un rompecabezas.
La ordenación genética de los rollos ilumina su relación textual y su significado histórico
Revista Cell
Ahora, un estudio de ADN de la piel de cordero, material en el que están escritos, puede ayudar a ordenar las piezas. Los investigadores anunciaron en la revista Cell que al analizar dos fragmentos y ver que procedían del mismo animal, era probable que ambas piezas tuvieran un origen cercano: “La ordenación genética de los rollos ilumina su relación textual y su significado histórico”, detallan en el artículo.
La investigación concluye que la mayoría de rollos son de pergamino hecho con pieles de corderos, pero también se han encontrado con sorpresas. El estudio de ADN ha revelado que algunos manuscritos estaban escritos en piel de vaca. Los científicos tuvieron que descartar esos fragmentos, puesto que en tiempos de Jesucristo no se podían criar vacas en Judea y, por lo tanto, esos textos debían pertenecer a otro momento.
Los enfoques interdisciplinarios enriquecen el conjunto de herramientas del investigador
Revista Cell
El grupo de investigadores avisa en la publicación en Cell que una de las conclusiones de todo el trabajo realizado hasta la fecha es la importancia de la colaboración: “Nuestro estudio demuestra que los enfoques interdisciplinarios enriquecen el conjunto de herramientas del investigador».