Los seres humanos que protagonizan este tipo de cine, alejado de convencionalismos y artificios comerciales, siempre tienen varios objetivos en común. Estos son la búsqueda incesante por descubrir la verdad del mundo y la necesidad imperiosa de escribir su propia historia.
El cine como ventana de conocimiento
Actualmente atravesamos una situación histórica que lo tiñe todo de gris. La llegada de una nueva pandemia asola todo atisbo de civilización que encuentra a su paso. El cine nos ofrece, ahora más que nunca, un refugio donde descansar la mente de las noticias catastróficas y espeluznantes que inundan los telediarios. Casi como una especie de oasis en mitad de la tragedia sanitaria, nos da la oportunidad de descubrir historias que poco tienen que ver con lo que estamos acostumbrados a ver en pantalla. Nos ofrece la posibilidad de conocer modos de vida alternativos o personajes que se levantan en contra de las normas y los clichés que les impone la sociedad.
En tiempos donde el esfuerzo y la acción del individuo marcan la diferencia y pueden salvar vidas, películas como Captain Fantastic (2016), o su predecesora Into the Wild (2006), nos recuerdan que otro tipo de mundo es posible. El individuo solo es plenamente feliz cuando se rebela contra la sociedad y lucha por diferenciarse de la masa alienante.
El medio natural, rincón de paz y espiritualidad
En ambas historias, los protagonistas huyen de la imparable y agotadora ciudad para asentarse en el medio rural. Alejados del mundanal ruido y amparados por la fauna y flora del lugar consiguen mostrarnos que, con esfuerzo y tesón, otro tipo de vida es posible.
Captain Fantastic trata de un padre recientemente viudo que invierte toda su vida en educar a sus seis hijos en un ambiente naturalista, de pensamiento propio y alejado de todo ápice capitalista o religión adoctrinante.
Esta huida de la ciudad al campo también puede verse en el protagonista de Into the Wild (Emile Hirsch). Basada en la historia real del senderista Christopher McCandlees, nos presenta a un joven acomodado de California que vive su aventura en solitario para ver mundo y encontrar su propia voz. Y lo hace en mitad de la naturaleza más salvaje.
Los principios de la vida al margen de la sociedad
Al vivir en el campo sin los recursos propios de la civilización (supermercados, fábricas, tiendas o industrias), los protagonistas de estas películas cumplen una serie de requisitos que les hace partícipes de una vida completamente diferente a lo que conocemos más de cerca. Estos requisitos resultan muy cercanos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (Agenda 2030).
Capitán Fantástico
En el caso de Captain Fantastic los alimentos los cultivan ellos mismos a través del conocimiento de las plantas o vegetales (agricultura sostenible). Se alimentan a través de la caza de animales salvajes que ellos mismos tratan y conservan. No contienen aditivos ni antibióticos al ser alimentos no procesados y naturales (vida sana, salud y bienestar). Además los hijos de Ben (Viggo Mortensen en Captain Fantastic) reciben una educación distinta de la que ofrecen los institutos o universidades. Pero siempre enfocada a la diversidad de puntos de vista, a la inclusión y a la equidad (educación de calidad). Dado que tiene hijos e hijas, Ben aboga por una enseñanza igualitaria donde la igualdad de género es evidenciada. Se muestra especialmente cuando hace alarde de la sabiduría de su hija de tan sólo ocho años.
Hacia rutas salvajes
Por su parte, en la trama de Into the Wild, podemos ver que Christopher (o Alexander Supertramp como él se llama así mismo) utiliza solo los recursos del medio ambiente para sobrevivir. El sol, la tierra y el agua, son sus únicas fuentes de energía (energía sostenible y no contaminante). A su vez apuesta por un modo de vida lejano a las comodidades que le ofrece su hogar parental. En esta película también podemos ver como Alexander ejerce trabajos agrícolas y rechaza otros como ser empresario u oficinista (producción y consumo responsables).
Ambas películas son claros ejemplos de cómo se puede vivir en espacios respetuosos con la biodiversidad y la naturaleza a pesar de mantener el sentimiento de comunidad (ciudades y comunidades sostenibles). Tanto Captain Fantastic como Into the Wild nos enseñan que la búsqueda de aventura y una vida única son compatibles con un modo de hacer las cosas saludable y generoso con los recursos naturales (acción por el clima). Convirtiéndose así en historias originales que invitan al espectador a pensar, reflexionar y que, además, nos enseñan una interesante moraleja que aplicar.
Soy Irene Merino, comunicadora y periodista cultural. Devoradora de historias y soñadora hasta la médula. Viviría dentro de una sala de cine y moriría entre las páginas de un libro. Me emociono en el teatro y por supuesto con los videojuegos. La vida sin música sería un error, y sin cultura una tortura.