Con motivo de la celebración del Día Internacional Libre de las Bolsas de Plástico y de la campaña #PlasticFreeJuly, julio es el mes perfecto para concienciar sobre lo perjudicial que resulta para nuestro planeta la utilización de bolsas de plástico o de cualquier producto de plástico de un solo uso. Por ello, es también el mes perfecto para hablar de empresas españolas que trabajan para buscar alternativas a este componente. Materiales como la fécula de patata o el polivinilo de alcohol podrían ser los sustitutos ecológicos de los derivados del petróleo y quizá la solución a la contaminación por plástico en el mar, que ya asciende a de 12 millones de toneladas de basura anualmente.
El Parlamento Europeo ha proclamado que en 2021 se prohibirán de las bolsas de plástico de un solo uso en toda Europa. En España un Real Decreto de 2018 prohíbe la distribución gratuita de las bolsas de plástico de un solo uso. Pero las instituciones que componen Alianza Residuo Cero (Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción o Greenpeace) aseguran que este Real Decreto es “insuficiente”. Proponen “medidas más restrictivas” como prohibiciones a todas las bolsas “independientemente del material” con que estén hechas. Argumentan que “la única solución sostenible” es encontrar alternativas no contaminantes.
Green Cycles
Green Cycles es una empresa valenciana que trabaja para sustituir las bolsas de plástico de un solo uso por otras de polivinilo de alcohol. Este material posee las ventajas del plástico, pero no es nocivo par el medio ambiente. Por ejemplo, es un componente hidrosoluble. Es decir, al entrar en contacto con el agua, se deshace sin dejar microplásticos y puede descomponerse gracias a la acción de planteas, animales, microorganismos y hongos.
Al final de su ciclo de vida, estas bolsas sostenibles se transforman en CO2, agua, sales minerales y abono, por lo que son inocuas, no tóxicas y se integran en los ciclos naturales del medio ambiente
Elena Moreno, directora de Green Cycles, para EFE
En la actual crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, el polivinilo de alcohol podría ser muy útil para controlar la propagación del virus en ambientes sanitarios y lavanderías de hospitales. Las bolsas realizadas a partir de este material se pueden introducir directamente en la lavadora y se disuelven. Esto evitaría que las personas que la deben gestionar como residuos se expongan al virus, ofreciéndoles seguridad en su lugar de trabajo.
Colotrama
Además del polivinilo de alcohol, materias primas como el papel de hierba, yute, fécula de patata, bambú o cáñamo orgánico son otros posibles sustitutos del plástico para la producción de bolsa. Colotrama, una innovadora empresa mallorquina, pretende crear un taller donde probar nuevos materiales y colaborar así en la lucha contra el plástico y las tintas que desprende su impresión.
La promotora del proyecto, Teresa García, afirma que el mercado de las bolsas de tela es cada vez más potente, pero que no siempre se debe a razones ecológicas. Lo que Colotrama busca es apoyar la economía local y lo artesanal, al mismo tiempo que ayudan al planeta. Para financiar el taller, Colotrama ha lanzado una campaña de micromecenazgo con la que aspira a recaudar “5.600 euros en 39 días”.