Fue en 2015 cuando España se comprometió a reducir el desperdicio de alimentos a la mitad. Tenía 15 años para conseguirlo, hasta 2030. Lo hizo cuando adoptó los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Cinco años después, no va por el buen camino. Durante el confinamiento general por la pandemia de la Covid-19, el desperdicio de comida aumentó un 12% en España, según un estudio publicado en julio de este año por investigadores de la Cátedra UNESCO de ESCI-Universidad Pompeu Fabra, así como de la Universidad de Cantabria, el Centro Tecnológico EnergyLab y la Universidad Católica de Perú.
Al comparar los resultados con los datos de los mismos meses del año anterior, se observó que durante la cuarentena se «comió peor» y se «desperdició más comida que en el 2019«, según señalan los investigadores en un comunicado. En términos generales, España es el 7º país de la Unión Europea que más alimentos desperdicia. Los españoles tiramos a la basura cada semana 25 millones de kilos de alimentos, según el Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en hogares (2016), llevado a cabo por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Frutas, verduras, hortalizas y pan, son los alimentos más desechados.
Frutas, verduras, hortalizas y pan son algunos de los muchos alimentos que se pueden salvar con Encantado de Comerte: una aplicación española que persigue el desperdicio de alimentos y que ya ha conseguido salvar 10 toneladas de comida desde que está en funcionamiento. Según su manifiesto:
“Encantado de Comerte no es sólo una empresa. Es una forma de vida que busca concienciar y promover el cambio hacia un mundo mejor: más justo, más ético y más sostenible”.
Las tres formas de desperdicio
El equipo detrás de Encantado de Comerte, de origen zaragozano, autodenominado joven, comprometido y dispuesto a cambiar el mundo, explica que el desperdicio de comida es el descarte o uso alternativo (no alimentario) de alimentos seguros y nutritivos para el consumo humano. Además, a modo divulgativo, comparten en su web cuáles son las formas más habituales en las que se da el desperdicio de comida. Hay tres principales:
- La primera manera más común es la eliminación de la cadena de suministro de alimentos porque no se consideran óptimos para su consumo por el tamaño, la forma o el color.
- La segunda ocurre cuando, una vez que un producto está cerca de la fecha de consumo preferente o la ha superado, los comercios o, incluso, los mismos consumidores, los desechan.
- La tercera forma más corriente de desperdiciar comida ocurre cuando los alimentos que son sanos y comestibles simplemente se desechan en cocinas particulares o establecimientos de comida.
¿Cómo funciona Encantado de Comerte?
En estas tiendas que utilizan su herramienta, se preparan diariamente lotes de productos que se venden a través de la aplicación Encantado de Comerte con descuentos que pueden llegar al 70 por ciento del precio original. De esta manera los comercios dan salida a los productos que no han conseguido vender por los canales convencionales. Entre estos negocios se encuentran fruterías, bares y pastelerías que luchan contra el desperdicio de alimentos. Cabe destacar que la herramienta ya la utilizan más de 150 comercios en las ciudades de Madrid, Zaragoza, Logroño y Santiago de Compostela.
Si eres un usuario y quieres salvar un lote de comida, los pasos a seguir son los siguientes: primero, descargar la app en tu dispositivo móvil, disponible tanto como para Android, como para iOS. Una vez instalada, registrarse y acceder a los alimentos de los comercios de tu alrededor. Cuando encuentres tu lote preferido, el siguiente paso es hacer el pedido online siguiendo las indicaciones automáticas. El último paso es recoger el lote de comida salvada. Bastará con acudir al citado comercio y solicitar tu pedido. Y listo.
En el caso de que tengas un comercio y quieras unirte a la red tendrás que seguir los siguientes pasos. Para empezar, darte de alta en Encantado de Comerte llamando al +34876036884, o completando el formulario disponible en su página web. La herramienta configurará tu oferta y en cinco minutos estará visible para todos los usuarios de la app. Cuando comiences a recibir pedidos solo quedará atender al cliente y hacerle entrega del lote en el mismo establecimiento.
Compromiso social
Los creadores de Encantado de Comerte también persiguen el objetivo de abordar el problema de la malnutrición en personas con dificultades económicas. Esta causa la diferencia del resto de apps de este tipo.
“Dado que nuestro funcionamiento se basa en la recogida en tienda, podemos ofrecer un sistema de comisiones más competitivo con respecto a otras plataformas de delivery”
Gabriel Ramas, cofundador de la app Encantado de Comerte.
Así, sus desarrolladores ponen la herramienta a disposición tanto de las ONG como de las instituciones sociales.
Encantado de Comerte ya ha creado acuerdo con Cáritas, FACU (Federación Aragonesa de Consumidores y Usuarios) y CEAR (Comisión Española de Ayuda al Refugiado) para que pongan la app a disposición de las familias que están a su cargo. De esta manera, muchas personas pueden acceder gratuitamente a una alimentación variada y de calidad ofertada por los comercios asociados. Desde principios de 2020 la compañía ha cerrado exitosamente programas con los que ha ayudado a más de 60 familias y espera “poder llegar a muchas más en el corto plazo”.
Quedan 10 años. 10 años para concienciarnos de que 821 millones de personas padecen de hambre en el mundo, y para entender que una de cada nueve personas sufre de inseguridad alimentaria. 10 años para asimilar que en realidad se producen alimentos más que suficientes para todos. Y 10 años para reducir a 0 las 1.300 millones de toneladas de comida desperdiciada que se ha producido para el consumo humano. Un tercio del total según cifras del Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Quedan 10 años y Encantado de Comerte lo sabe, pero no quiere dejarlo para el último momento. ¿Y tú?
Diego Lobera Teresa es periodista, guionista y en proceso de muchas otras cosas. Me apasionan las historias: verlas, leerlas y, sobre todo, contarlas. Comprometido con la igualdad y siempre dispuesto a culturizarme. Crítico, curioso y preocupado a tiempo completo. No lo puedo evitar.