Los efectos que la crisis sanitaria generada por la Covid-19 ha tenido sobre nuestro país no dejan de protagonizar la realidad diaria de la sociedad española y mundial. Como consecuencia, son muchas las iniciativas que se siguen creando a fin de ayudar a paliar el impacto de la pandemia. Empresas como ESTEVE se suman a la estela de actuaciones solidarias, emprendidas con el fin de apoyar a quienes la emergencia del coronavirus ha afectado con más fuerza.
La colaboración más reciente de esta compañía farmacéutica con sede en Barcelona, Girona y Tarragona, ha sido con las ONG Nutrició sense Fronteres y FESBAL. Durante 32 días, ESTEVE ha donado 200 menús diarios a Nutrició sense Fronteres para que la ONG los entregue a diferentes organizaciones y comedores sociales. Esto ha supuesto un total de 6.400 menús reservados para combatir el hambre y la desnutrición entre la sociedad española.
A este acuerdo solidario se han unido los trabajadores de ESTEVE, que han donado un porcentaje de su nómina a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL). Esta donación se traducirá también en comida caritativa. Y la ONG recibirá más de 1.200 menús para ayudar a personas en riesgo de exclusión social.
El menú: sano y casero
La labor culinaria de esta cooperación la realiza el equipo de concina de ESTEVE, quien elabora los menús que se ceden a Nutrició sense Fronteres y FESBAL. Con la declaración del Estado de Alarma y el periodo de confinamiento establecidos a causa de la Covid-19, el cierre del comedor de la empresa fue necesario. A raíz de la colaboración de la empresa con las ONG, la actividad en la cocina se retomó de manera diferente. Los menús que antes se servían entre los trabajadores de la compañía farmacéutica se reparten ahora entre distintas organizaciones sociales de Barcelona y sus alrededores más próximos.
Todas las recetas que componen los menús son caseras y tienen una composición nutricional completa y de calidad. Los platos incluyen la combinación recomendada de verdura, hidratos de carbono como legumbres, arroces y pasta, y un 20% de proteína. Siempre se complementan con agua y una fruta de postre, además de disponer de una etiqueta específica de alérgenos.
Por supuesto, todo el proceso se realiza siguiendo los protocolos de seguridad marcados desde sanidad para el control y la defensa contra el coronavirus. Desde que se obtienen los ingredientes hasta que se donan los menús a las familias, el personal cumple de manera estricta las medidas sanitarias.
A día de hoy, Nutrició sense Fronteres colabora con otras 28 entidades sociales más. Entre ellas se encuentra CAS Lluís Companys, Àmbit Dona, Aldees Infantils, Fundació Roure o Casa Cadis.
El compromiso de ESTEVE
Como compañía, ESTEVE ha estado comprometida desde su creación en 1929 con las labores de solidaridad ciudadana. Hace muchos años que trabaja con FESBAL. Y ahora ha querido aprovechar su alianza con Nutrició sense Fronteres para ayudar en materia de nutrición y respaldar a las familias más desfavorecidas. Esta propuesta, desarrollada junto a ambas ONGs, no es la primera que realiza desde que comenzó la crisis sanitaria a principios de año. Antes había impulsado otras iniciativas solidarias como la donación de fruta a distintos centros hospitalarios.
Desde el inicio de la pandemia, una de las preocupaciones principales para la compañía ESTEVE fue el respaldo del personal sanitario. Para la empresa, los profesionales que actuaban frente al virus como primera barrera de protección para la sociedad necesitaban también ser protegidos. Por ello, ha destinado recursos para donar equipos de protección individual (EPIs) a los sanitarios que atienden y cuidan a los pacientes de COVID-19. En total, la compañía ha donado 400 trajes de protección, 1.200 batas de protección, 30.000 guantes, 2.000 mascarillas, 1.600 cubre zapatos y 4 termómetros digitales. Todo ello a través del Ministerio de Sanidad, de la Unión Catalana de Hospitales y de SEMERGEN, quienes le han ofrecido sus servicios para hacer llegar el material a los hospitales.
Asimismo, ESTEVE participa en 3 proyectos europeos dedicados al estudio de fármacos que sean capaces de tratar la Covid-19. Estos procesos de investigación están enfocados también a la detección del virus. Siempre teniendo muy en cuenta los ODS de la Agenda 2030 de la ONU.