Para un verdadero cinéfilo, no hay nada comparable a la experiencia de disfrutar de una buena película en la gran pantalla. Ese placer se vuelve todavía más mágico cuando se cambia la clásica sala de cine por un entorno al aire libre. Desde hace un tiempo, los cines de verano son un reclamo en todas las ciudades. Ya os hemos contado cómo el cine flotante de París es todo un éxito y ese triunfo se repite en el parque madrileño de la Bombilla.
Al ser al aire libre, los cines de verano son la mejor opción para aquellos que todavía temen entrar en un espacio cerrado por la pandemia. Por eso, no es de extrañar que los pases del Fescinal (Festival de Cine al Aire Libre) La Bombilla sean semana tras semana un éxito. Hoy, por ejemplo, ya no quedan entradas para ver «¿Dónde estás, Bernadette?», la cinta protagonizada por Cate Blanchett.
No obstante, los organizadores de este evento no lo han tenido fácil este año para ponerlo en marcha debido a graves inconvenientes burocráticos causados por el coronavirus. Finalmente y aunque con retrasos, la edición pudo comenzar el 31 de julio y acabará el 12 de septiembre. Los responsables de Fescinal han agradecido en redes a todos los ciudadanos que han contribuido a que esta edición sea posible: «Muchas gracias por vuestro apoyo, ha sido clave para nuestra vuelta».
Medidas de seguridad para seguir disfrutando sin miedo de la cultura
La cultura es uno de los sectores que más está sufriendo las consecuencias del coronavirus, pero también es una industria acostumbrada a los cambios. Por eso, cines, teatros, museos y demás centros culturales se han sabido reinventar con rapidez para que el impacto de la crisis sea menor y, sobre todo, para conseguir que la gente siga disfrutando de algo tan necesario como la cultura.
Fescinal La Bombilla también ha tenido que realizar algunos cambios. Además de adoptar las normas de la Comunidad de Madrid, el espacio del cine y todo lo que contiene se desinfectará a diario, antes del inicio de la sesión. Asimismo, estará prohibido fumar en el patio de butacas con el fin de crear un entorno lo más saludable posible. Y uno de los cambios más notables ha sido la distribución del espacio con las mesas.