La Gran Muralla Verde pretende reforestar la franja territorial conocida como el Sahel, el cinturón que abarca diversos países del continente africano. Esta ecorregión separa el desierto del Sáhara de la sabana sudanesa y aglutina diversos biomas. Así, el proyecto con miras a 2030 propone recuperar alrededor de 100 millones de hectáreas.
El cinturón del Sahel es conocido por ser uno de los territorios más militarizados del continente africano. No obstante, también alberga una de las ecorregiones más diversas del planeta. Con una extensión de más de 3 millones de kilómetros cuadrados, el cinturón comprende diversos tipos de fauna y flora, diferenciadas del resto de biodiversidad que existe a ambos lados del territorio. Asimismo, el Sahel no ha sido ajeno a los efectos del cambio climático. La desertificación y la sequía han afectado a su conservación a lo largo de los años. Es por esto que surge la iniciativa de la Gran Muralla Verde.
¿Cómo surgió esta iniciativa?
El Observatorio de la Tierra de la NASA alertaba en 2001 del alto riesgo que corría el Sahel de seguir sufriendo graves sequías. Según reportaba, el territorio experimentaba este fenómeno desde finales de los años 60. Además, señalaba cómo las prácticas humanas agrícolas también contribuían a este problema. Sucesos como las constantes tormentas de arena y la hambruna de 2010 en el territorio empujaron a la acción a la Unión Africana.
Si bien el proyecto fue planteado en 2007, sería tres años después cuando tomase fuerza. La idea inicial de plantar árboles se transformó en la recuperación de los distintos biomas que conforman el cinturón. Poco después, el proyecto contaría con el auspicio de la ONU y de la FAO que, junto a la Unión Africana, busca desarrollar 8.000 kilómetros de paraje natural para 2030.
¿En qué fase se encuentra el proyecto de la muralla verde?
El informe de la Convención para Combatir la Desertificación de la ONU detalló en 2020 los logros del proyecto en sus primeros 10 años de vida. A la altura de 2018 se habían creado alrededor de 350.000 empleos y 220.000 personas habían recibido formación en actividades agrícolas sostenibles. Aunque el objetivo inicial de reforestar 100 millones de hectáreas para 2030 se complica, las previsiones señalan que se podrán aislar 90 MtCO2 para ese año. Además, este proyecto se ha convertido en un modelo de recuperación de otras zonas del planeta tras la pandemia de la COVID-19.
