Las ciudades son uno de los puntos clave para conseguir un futuro sostenible. Estas metrópolis acogen al 55% de la población mundial, lo que genera más del 70% de las emisiones globales. Además, en las ciudades se utilizan más de dos tercios de energía y recursos del planeta. Es necesario actuar para convertir a estas en ciudades ecológicas. Por ello, Greenpeace muestra las medidas que hay que tomar.
Con motivo del Día Mundial del Medioambiente, celebrado este 5 de junio, la organización lanzó el comunicado “Reverder las ciudades. Los espacios urbanos y su impacto en la salud y el bienestar”. En este, se explican los diversos detalles para hacer de las ciudades un lugar ecológico y respetuoso con el medio ambiente.
Greenpeace busca mejorar la calidad del planeta
La premisa no es solo actuar sobre los ecosistemas terrestres, sino mejorar la vida de las personas en el planeta. Para ello, deben modificarse varios puntos relacionados con la vida diaria en las ciudades. “Es fundamental que nuestras ciudades pasen del gris al verde, modificando su alimentación, su movilidad, sus espacios públicos verdes, la eficiencia de sus edificios, su consumo de energía, su generación de residuos y su consumismo depredador”, relata Alba García, responsable de la campaña de Ciudades Sostenibles de Greenpeace.
Frenar la emergencia climática es uno de los objetivos mundiales, por lo que el cambio de estructura en la ciudad se convierte en algo necesario. Es por ello que la organización ha pedido a los ayuntamientos que adopten estas normas con urgencia. Entre estas medidas se destaca la ampliación de espacios públicos verdes.
La vegetación urbana es una de las áreas de exploración de cara al futuro. Así lo aseguran desde Greenpeace. “Establecer vegetación urbana es uno de los métodos más prácticos para enfriar las ciudades y combatir las islas de calor”, explican. Ello está relacionado con la mejora de infraestructura por riesgo de inundaciones o futuras pandemias.
“Ciudades verdes” a nivel global
Para ejemplificar las medidas, la organización internacional analiza el informe de estos espacios verdes y la influencia en la salud en ciudades alrededor del mundo: Bogotá, Madrid, Ciudad de México y Roma. La conclusión que se saca a partir de ello es que estas “mejoran las condiciones microclimáticas de los entornos urbanos”.
Ello se debe a la capacidad de reducir la temperatura en sus alrededores, a la vez que proteger de radiaciones solares. Según informó la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ciudades deberían tener 50 metros cuadrados de zonas verdes por habitantes para colaborar con el desarrollo sostenible.
Finalmente, el comunicado enuncia la “regla 3-30-300”. Dicha normativa consiste en que cada persona “pueda ver al menos tres árboles desde su domicilio, tener un 30% de cobertura vegetal cerca y estar a 300 metros de una zona verde de calidad”, explican en el comunicado.