Está pasando: hoy los avances tecnológicos permiten descubrir civilizaciones antiguas enterradas (literalmente) bajo nuestros pies, sin levantar un grano de tierra. Todo a través de el georradar o GPR (por sus siglas en inglés: Ground-penetrating radar), un sistema que permite mapear un área, rebotando ondas de radio de objetos y usando el eco para crear imágenes, sin necesidad de acudir a procesos de excavación costosos y riesgosos.
Fue este método el que empleó el equipo la Universidad de Cambridge y la Universidad de Gante para mapear por capas una antigua ciudad ubicada a 50km al norte de Roma.
El trabajo reveló una autentica urbe llamada Falerii Novi. Con mercado, carreteras, monumentos, una red de tuberías, un complejo de baños y una piscina al aire libre bautizada como natatio por los romanos. Se estima que Falerii Novi fue ocupada por primera vez en el año 241 a.C. y sobrevivió hasta el período medieval hasta alrededor del año 700 d. C.
“Todavía tenemos mucho que aprender sobre la vida urbana romana y esta tecnología debería abrir oportunidades sin precedentes en las próximas décadas»
Martin Millett, profesor de la Universidad de Cambridge.
Según los científicos este hallazgo pudiese marcar un antes y después en la historia de la arqueología, ya que transformaría radicalmente la manera en la que se ha investigado y estudiado asentamientos antiguos.