La demencia es un mal de la edad avanzada y, a priori, todos somos propensos a sufrirlo. A medida que avanzamos en nuestras vidas acumulamos recuerdos, experiencias y enseñanzas. Todos pasamos por la misma senda de aprendizaje y esto nos hace evolucionar. Unos, en mayor medida, y otros, bueno, lo intentan. Pero, al fin y al cabo, todos maduramos.
Llega un momento en nuestras vidas que, más que aprender, olvidamos lo aprendido. Esto suele inescrutable, de momento. Pero lo que no puede pasar es que la sociedad olvide a las personas que sufren del olvido. Debemos hacer un esfuerzo por recordarles y que sus vidas sean más independientes.
¿Qué es la demencia?
Alrededor de 50 millones de personas alrededor del mundo sufren demencia. Para el 2050, los estudios estiman que este número se triplicará. Eso significa que 1 de cada 6 personas de más de 65 años sufrirá demencia. Hoy, 1 de cada 11 personas la sufren.
La demencia no solo ataca a la memoria. También atañe a otros sistemas como la movilidad, los reflejos o la deducción lógica. El principal factor por el que la demencia se desarrolla es la edad avanzada. Y esto es algo que aún no está en nuestras manos evitar. Pero si que existen otros factores que aumentan el riesgo de padecer demencia y que podemos evitar siguiendo estos consejos:
- Las actividades mentales estimulantes como leer, resolver puzles y la ejercitación de la memoria podrían retrasar la aparición de la demencia y disminuir sus efectos.
- La actividad física y la interacción social reducen las posibilidades da aparición de la demencia.
- El tabaquismo es causa de enfermedades cardiovasculares y estos desbarajustes, tales como la hipertensión o el colesterol, aumentan el riesgo de demencia.
- Mantener una dieta saludable y consumir la suficiente cantidad de vitaminas promueven la salud del que la mantiene.
Las personas que ya la padecen pueden llegar hasta un punto en el que tu propia casa se vuelva un entorno desconocido. ¿Puede la sociedad hacer el mundo más sencillo para estas personas?
Vida adaptada
Para hacer la vida más fácil a las personas que sufren demencia, IKEA ha lanzado toda una línea de productos adaptados a sus necesidades. Ha sido llamada Hack Care y se ha desarrollado en Singapur. En concreto, muchos productos han sido adaptados por arquitectos y diseñadores. El objetivo ha sido usar el diseño para facilitar la vida de las personas que han desarrollado demencia y hacer que puedan seguir siendo independientes.
El diseño adaptado a la demencia incluye muchas modificaciones. Desde una silla de IKEA adaptada a una posición más erguida, con respaldos modificables y mesas auxiliares plegables. O un sillón adosado a una estantería donde agregar distintas herramientas como estores ajustables o estantes para facilitar el acceso de objetos indispensables.
La Fundación Lien de Singapur y los estudios Lekker, de arquitectura, y Lanzavecchia + Wai, de diseño, han unido fuerzas para hacer aún más práctico el diseño y la creatividad. El catálogo también contiene consejos y trucos para que las personas que viven con personas dependientes aprendan a facilitarles la vida. Por ejemplo, el catálogo aconseja servir la comida en platos de color azul porque incrementa el apetito.
Otro ejemplo es el del arquitecto David Burgher que ha desarrollado una aplicación de realidad virtual para asistir y ayudar a otros arquitectos a diseñar espacios adaptados a la demencia y otros trastornos. Está especialmente pensado para el diseño y la construcción de hospitales y casas de cuidado o residencias. Gracias a la tecnología de realidad virtual arquitectos y diseñadores podrán comprobar el nivel de la luz, el acceso a los espacios más usados y el diseños de las habitaciones.