El tren que recarga sus baterías cuando va cuesta abajo, comenzará a operar antes de 2030. Sus sistemas de batería la sitúan entre las locomotoras eléctricas más eficientes del mundo según Elizabeth Gaines, CEO de Fortescue, empresa minera impulsora de la iniciativa “Infinity Train”. Además, el objetivo final es dejar de emplear combustibles fósiles en las locomotoras.
El programa de emisiones cero de Fortescue pasa por encontrar la manera más eficiente de eliminar el diésel de sus combustibles, y tras valorar el hidrógeno como una posibilidad, parece que el uso del peso del tren yendo ladera abajo, puede ser la solución más adecuada.
La gravedad, solución para su problema energético
Este tipo de transporte tiene el pico de consumo al salir cargado con el material extraído de la mina hacia su destino debido al peso. Por ello, en Fortescue han aprovechado para utilizar la gravedad dirigiendo el tren ladera abajo al salir para recargar sus baterías y ahorrar energía sacando partido del terreno.
Aún está en fase de diseño, pero todo el proyecto comenzará antes de 2030 y se está investigando para mejorar el abastecimiento de energía que consigue la propia locomotora, aumentando la eficiencia de la operativa, además de reducir costes. La reducción de emisiones parece un gran reto, ya que la operativa de transporte de tren en Fortescue consumió en 2021 la cantidad de 82 millones de litros de diésel.
Fortescue reduce emisiones y aumenta su valor
La empresa tiene gran cantidad de locomotoras para las que adaptar su plan, pero tienen clara la inversión para transformar su flota diésel a verde y no sólo lo justifican desde el punto de vista medioambiental ya que el fundador de Fortescue, Andrew Forrest, ha dicho que todo este proyecto también otorga valor a la compañía de cara a sus inversores y reduce sus costes en gran medida, al eliminar el consumo de diésel de sus trenes.
Las compañías empiezan a ser conscientes del problema global que suponen sus emisiones y con estos avances nos encontramos cada vez más cerca de una transición energética real y deseada por todos los que intervienen en lograrla.