Internet Archive es una organización sin ánimo de lucro que sirve a millones de personas cada día, y se sitúa entre las 300 webs más visitadas del mundo. Nació como una gran biblioteca, en la que personas de cualquier parte del mundo con acceso a internet pudieran acceder a su catálogo de libros. Pero la conocida como la memoria de internet es mucho más que eso.
Entendiendo las dimensiones de la memoria de internet
Una sola copia de Internet Archive, o el Archivo de Internet, ocupa más de 45 Petabytes en sus servidores. Para entender esta cifra, vamos a pensar en este mismo artículo que pesa, digamos, un total de 1 MB. Para llegar a alcanzar los 45 Petabytes, necesitaríamos 45 000 000 000 de artículos. Sí, son muchos ceros, pero no parecen tantos; al final, somos más de 7 mil millones de personas en el mundo.
Pero si te digo que, en total, tardarías unos 256.849 años en leerlos todos (sin dormir, ni comer, ni ir al baño, se entiende). Es decir, más del doble de lo que lleva existiendo el homo sapiens sapiens en la Tierra. Entonces, comenzamos a imaginar qué significa esta cifra. Ahora, si a esto le sumamos que, por seguridad, cada archivo tiene al menos dos copias, los números se nos van de las manos y comprendemos hasta qué punto la tarea que está llevando a cabo esta organización puede calificarse de astronómica.
«Nuestra misión es proporcionar acceso universal a todo el conocimiento» Internet Archive
De hecho, cuentan con más de 20 millones de libros digitalizados en distintos idiomas. Este número aumenta a cada momento con el escaneo de 1000 libros diarios. Todos los que fueron publicados antes de 1923 están disponibles para su descarga gratuita, y cientos de miles pueden ser consultados o “prestados” a través de su Biblioteca Abierta.
Si Internet Archive es lo que es, sin embargo, es porque no se quedó en los libros. Ahora, esta gran base de datos guarda en sus servidores más de 330 mil millones de páginas web (lo has adivinado, muchas pesan menos que esta entrada), 4.5 milliones de grabaciones de audio (incluidos 180.000 conciertos en vivo) y 4 millones de vídeos (que incluyen más de un millón y medio de programas de noticias televisivas).
Pero: ¿qué significa para todos aquellos que no fueron ratones de biblioteca, esos que no adoran los paseos por pasillos que huelen a papel viejo, repletos de libros? Quizás lo tuyo no sean los textos, pero sí los videojuegos, o la música. Entonces seguirás dando las gracias porque exista esta memoria gigantesca.
La máquina del tiempo
Como Diderot enfrentado al reto que acabó por convertirse en el gran hito de la Ilustración, los creadores de Internet Archive aceptaron en 1996 un desafío: hacer un fichero con toda la red, una hemeroteca colosal. El contenido efímero de la web (una característica cada día más acuciada) pedía a gritos que alguien lo recordase. Y eso hacemos hoy, gracias a su visión. Más de 20 años de la historia de internet pueden rastrearse con su Wayback Machine, una máquina del tiempo que te lleva a los rincones más pixelados de internet.
Algunas joyas de la infancia de los millenials están guardadas en esta caja de sorpresas:
No nos quedamos sólo con las anécdotas: su filosofía ya ha demostrado su poder para el recuerdo: han salvado, al menos, 490.000 canciones almacenadas en MySpace que el año pasado se creían perdidas para siempre.
Internet Archive: apta para gamers de todas las edades
Algo parecido ha pasado con videojuegos. Si te va el pixel art, o eres un nostálgico del MS-DOS, ya puedes empezar a estirar los dedos. Tienes a tu disposición un catálogo de 2.500 juegos gratis para jugar en su plataforma.
Y su tarea de preservar consigue buenas noticias constantes. Como la de la semana pasada, cuando hicieron disponible GayBlade (1992), cuyo software se creía perdido. Quizás conozcas este juego por la reciente serie documental de Netflix High Score. Se trata del primer videojuego comercial con temática LGTBQ, un juego de rol para Windows y Macintosh. Solo un ejemplo de decenas de juegos que se creían perdidos y han conseguido su lugar en esta plataforma.
Ahora ya lo sabes: no sólo tienes a tu alcance la infinita red del ahora, sino también la del ayer. Lo que podemos hacer con esto, depende exclusivamente de nuestra imaginación. Por nuestra parte, te recomendamos leer, pensar y compartir, para crear un mundo en el que los ODS estén más cerca de conseguirse.
BERNARDA PARODI