La joven química madrileña Lucía Hortal, se ha embarcado en una expedición al Ártico para estudiar los efectos del cambio climático, bajo el lema “La ciencia no se hace sola. Tenemos que hacerla”.
Este mes de mayo estaba marcado en el calendario de la joven como el inicio de su mayor aventura: cruzar el ártico con un trineo eólico movido únicamente por la fuerza del viento.
Lucía Hortal es una joven madrileña de 26 años, estudió Química en la Universidad Autónoma de Madrid y actualmente es investigadora en Alemania en el departamento de Ciencias Planetarias de la Universidad Libre de Berlín.
¿En qué se basa esta expedición?
SOS Artic 2022 es el nombre que ha recibido la expedición. Está enfocada en la investigación científica y la divulgación sobre los efectos del cambio climático en los polos.
La expedición iba a comenzar el mes pasado, pero debido a una tormenta, se retrasó la fecha de inicio y solo hace una semana se pusieron en marcha. Durará unas 3 o 4 semanas en las que se recorrerán 1000 km.
Esta es la primera expedición que está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 debido a su novedoso vehículo: un trineo sólo movido por el viento. En él se desplazará el equipo de 6 personas que conforman la expedición.
De este grupo, Hortal es la más novata. Nunca ha realizado ninguna expedición y es la primera vez que se va a encontrar en ambientes extremos, pero eso no le ha impedido seguir con su misión.
Este trineo ha sido diseñado por Ramón Larramendi, explorador polar, y es único en el mundo. Además, la energía necesaria para la expedición será producida por placas solares, en contraposición con los convoyes de gasolina o gasoil que normalmente se usan en estos casos.
Y, ¿cómo ha salido adelante SOS Artic 2022? La investigación ha sido financiada por GMV, una empresa tecnológica y el ayuntamiento de Tres Cantos de Madrid. Además, ha recibido aportaciones del canal de divulgación MiDietaCojea y donaciones de particulares.
Dos líneas de investigación en un mismo viaje
En esta investigación se llevarán a cabo dos líneas distintas para las que haga falta la toma de hielo ártico y aire de zonas en diferentes cotas.
La primera investigación se está realizando para la Universidad Autónoma de Madrid, para la que se analizará cómo las bacterias y otros organismos se distribuyen por el aire y dónde colonizan.
La segunda se realiza junto con el Centro de Astrobiología de Madrid, con la que se estudiará la posibilidad de vida en otros Sistemas Solares, ya que mediante el permafrost del ártico se puede estudiar Marte y las lunas Encelado y Europa.
Por lo que, con esta investigación, se tratarán dos temas especialmente delicados: el medioambiente y la vida extraterrestre.
