Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Captura de pantalla 2020-05-14 a las 19.56.31

La fuerza de… EQUIVOCARSE RÁPIDO

No tiene por qué salir mal, pero si te bloqueas porque ves posibilidades de que te vas a equivocar, ¡equivócate rápido! Si dudas de que no vaya a salir bien, ¿para qué perder el tiempo con la incertidumbre? Lánzate cuanto antes y comprobarás si tenías razón o no.

Recuerdo que una vez leí que Pablo Picasso decía que “mejor que la inspiración te pille trabajando” (o algo así). Esa actitud va en la misma línea que la de equivocarse rápido, las dos están alineadas con la acción. Si te pones a ello, a resolver alguna cuestión y a analizar las posibilidades desde diferentes ángulos, antes o después encontrarás la solución. Y si actúas, lo intentas y pruebas, en uno de esos intentos obtendrás lo que buscas o incluso encontrarás algo inesperado que ni siquiera estabas considerando. La penicilina, los descubrimientos culinarios de la chef Cristina Oria, y tantos y tantos descubrimientos son fruto de… estar en ello, como decía Eduardo Méndez Polo en su blog hace un par de años:

Si estás en ello te llegará la inspiración con más facilidad. Tenemos que perder el miedo a equivocarnos para ser capaces de encontrar y reconocer la oportunidad de lograr grandes aciertos

Eduardo Méndez Polo

Yo utilizo esta expresión fundamentalmente para animar a que se tome acción, pero hay por ahí uno de esos prestigiosos estudios de universidades americanas (Johns Hopkins University, Baltimore) publicado en la revista Science que confirma que equivocarse rápido produce un aprendizaje mucho más intenso y permanente, junto a sustanciales beneficios adyacentes, que actuar sin errores haciéndolo bien a la primera. Pues sí, por lo visto, el cerebro se focaliza en los fallos y en lugar de olvidarlos, los utiliza de forma instantánea, en cada nuevo intento con seguridad y precisión incrementando la calidad del aprendizaje.

Por tanto, si los errores son enriquecedores en el plano del aprendizaje, ¿por qué nos cuesta tanto lanzarnos a por nuestros sueños? Por estas razones que os dejo para que reflexionéis:

  • Es necesario tener motivación. Si las metas, los sueños o los retos no son los nuestros, los que nos apetece alcanzar, sino los que creemos que tenemos que perseguir; será más difícil llegar a ellos porque la motivación es la fuerza que nos ayudará a solventar los obstáculos que se irán presentando. Sin ella, desistiremos antes o después.
  • Culpamos a otros de nuestras limitaciones, y así justificamos no hacer algo. Es más fácil echar la culpa a otros que reconocer nuestros miedos, puesto que eso implicaría tomar responsabilidad sobre nuestra vida y posiblemente acudir a un coach o a un terapeuta.
  • Dejamos de creer en nosotros. De niños nos sentimos poderosos y valientes, pero poco a poco vamos perdiendo el coraje a medida que ponemos el foco en lo que los demás piensan de nosotros. ¿No nos damos cuenta que no podemos caer bien a todos?, ¿qué la opinión sobre nosotros que importa es la nuestra?
  • ¿Son esos objetivos específicos, alcanzables y realistas? Ya sé que dicen por ahí que ‘impossible is nothing’, pero se trata de conseguir tus metas, ¿no? Las que puedes conseguir, ¿cierto? Si tus sueños no son realistas, específicos y alcanzables, va a dar igual que te equivoques rápido o que te tomes tu tiempo.

Antonia Caballero Cano se define como “coach, economista, escuchadora, aventurera, privilegiada, agradecida, alerta, consciente, resolutiva y sociable”. Lleva años dedicada a “crear encuentros” y a aportar “bienestar a personas y equipos”. Sigue su Columna La Fuerza en Good4Good para continuar mejorando.

Comparte

Únete a nuestra Newsletter​

Recibe cada semana una selección de nuestras historias más inspiradoras.

Buscar

Contenidos

Colabora

Quiero Patrocinar

¡Buscamos Voluntarios!

Únete a nuestra Newsletter

Recibe cada semana una selección de nuestras historias más inspiradoras.