Los pensamientos los materializamos en palabras, estas nos conducen a acciones y si ejercitamos estas acciones, conseguimos hábitos. Para ser creativo, hay que ser decidido, constante y tener hábito y para ello tenemos que poner foco en lo que pensamos.
Si partimos de la base de que el miedo y la creatividad no pueden manifestarse juntos y de que en estos días de confinamiento, más de uno estamos sintiendo miedo en cualquiera de sus manifestaciones, seguro que os gusta saber que para desbloquearnos, si es así como nos sentimos, o para dejar de huir, si es esta la forma en la que manifestamos nuestro miedo, lo que tenemos que hacer es usar nuestra imaginación y ponernos a crear algo. Crear algo, lo que sea, escribir, pintar, diseñar una coreografía de baile, inventar una nueva forma de hacer una receta… Imaginar, poner nuestra mente a trabajar.
Y os digo esto porque esta mañana, cuando ya tenía todo listo para sentarme a escribir, taza de té rojo a mi derecha, mesa despejada, ordenador alineado y página en blanco, he sido consciente de cuantas y cuantas veces en estos días de confinamiento, he repetido este mismo gesto, con idénticos pasos, y con la misma ilusión, sentarme a escribir, para dar forma a las numerosas ideas que me iban asaltando, organizarlas y acto seguido ponerlas en marcha. Eso es creatividad, y cuando está presente, no hay lugar para el miedo, por ejemplo, a la incertidumbre, a que no me salga bien algún proyecto o a la muerte en definitiva, que es el rey de los miedos.
Me he detenido un momento a recordar algunas de estas iniciativas que se me han ido ocurriendo y reflexionar un momento sobre ellas. Una de las primeras fue las cartas de buenos días a amigos y que han resultado emocionantes tanto para quien las escribía, como para los diferentes receptores, según me han ido confirmando. En estos días, solemos decir buenos días a nuestros grupos y a personas especiales, ¿verdad?, pues de vez en cuando y a una persona en concreto, en lugar del solitario saludo, yo adjunto un archivo Word con recuerdos sobre momentos vividos, y aprovecho para decirle alguna cosa que no había dicho hasta ahora o que quiero resaltar. Para llevar a cabo esta iniciativa, no hay que hacer un curso previo de pintura ni saber tocar el piano, sólo elegir a quién quieres dedicarle unos minutos, recordarle momentos compartidos y de una manera u otra dejarle claro que, él o ella, es una persona importante en tu vida.
Otra iniciativa fue la de poner en contacto a todos los vecinos para ir recogiendo sus experiencias en estos días confinados en casa para al finalizar el encierro, escribir un articulo con todas ellas. Pues bien, los vecinos, nos estamos involucrando en misiones sorprendentes que superan con mucho mis expectativas, que van desde mover el CV de los que necesitan trabajo, a asesorar y animar a la vecina que casi está ya fuera de cuentas, a hacernos recomendaciones de libros y películas, a contarnos cuales son las mejores horas para la siesta de nuestros bebes, a convocarnos a los distintos webinar y conferencias online que van surgiendo, etc, etc. El articulo va camino de convertirse en un libro. Llevo pocos meses viviendo en este vecindario, ahora conozco más de todos los vecinos que de algunos miembros de mi familia. ¡Qué bien que me atreví a lanzarme a llamar a todas las puertas!
Y así, he seguido enumerando mentalmente algunas más, como encontrar un punto positivo, una acción motivadora, inspiradora, que hubiésemos vivido, por cada día de confinamiento. Si llevamos 40, pues 40. Suena difícil pero no lo es en absoluto si ponemos atención a lo que hacemos en el día y a lo que pasa alrededor nuestro. Uno de mis puntos favoritos, sin ánimo de poner rangos entre los 40, ha sido el descubrimiento de los artículos que escribe mi amigo Nacho en los que trata temas serios a través de las conversaciones con una araña que vive en la lámpara del salón en la que a veces, Nacho, se sube cuando se cansa de pasear por el suelo de su piso. Me parto de risa. ¿no me digáis que no es ingenioso, motivador, creativo y positivo?
Por tanto, creando, no solamente me he mantenido ocupada, activa, motivada y bastante feliz, sino que me he mantenido también alejada de cualquier miedo que pudiese surgir, ya que como dije al principio, creatividad y miedo no pueden convivir. Los miedos existen, pero vivo con ellos de tú a tú y cuando los miro fijamente, se esconden y se vuelven transparentes durante un rato.
Cuantas veces nos hemos sorprendido reconociendo, ¡y pensar que no me atrevía a hacerlo!, ¡y pensar que creía que no era capaz! ¡menos mal que finalmente me decidí a llamar!. Las inseguridades y los miedos nos juegan malas pasadas, y a veces nos impiden actuar, cuando en realidad todos tenemos los recursos necesarios para llevar a cabo lo que nos propongamos. Visualizar el futuro con nuestra imaginación es uno de ellos.
Antonia Caballero Cano se define como “coach, economista, escuchadora, aventurera, privilegiada, agradecida, alerta, consciente, resolutiva y sociable”. Lleva años dedicada a “crear encuentros” y a aportar “bienestar a personas y equipos”. Sigue su Columna La Fuerza en Good4Good para continuar mejorando.