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Estamos constantemente sometidos a un bombardeo de información. ¿Somos capaces de filtrarla? ¿Sabemos cómo librarnos de una epidemia de información.

La fuerza de… la infodemia

“Too much information, mom”

(«Demasiada información, mamá»)

Daniel Martín, filósofo, economista y mi primogénito

Epidemia de información, pero epidemia rollo too much. La infodemia es información a cubos o a remolques de camiones. Como cuando llueve a cántaros o cats and dogs para los angloparlantes. Tanta info que nos perdemos. Y aún más, entre ese exceso de datos, números, frases, contenidos, dogmas de fe, conceptos y análisis, pesa tanto la información correcta como la incorrecta. La que se ajusta a la verdad, como los bulos, los engaños, las trampas, etc. En definitiva, nos perdemos.

Pero, tranquilidad: hay una salida. Si queremos, contamos con el antídoto perfecto para no perdernos dentro del amasijo de información en el que se cuelan bulos e incorrecciones. Ese elixir salvador tiene cuatro componentes fundamentales: conductas honestas y clima de confianza, principalmente, a lo que añadimos un poco de responsabilidad y espíritu crítico. Con este coctel nos quedaríamos totalmente inmunizados. ¡Todo tiene solución! Pero hay que currárselo, ¿queremos hacerlo?

Desde otra perspectiva, pero jugando con la información al fin y al cabo, hay veces que los humanos preferimos no saber y hacemos que no llegue a nosotros toda la información. Nos tapamos los oídos porque es mejor vivir en la ignorancia, ¿se os están ocurriendo ejemplos? El profesor elige no saber… que los alumnos están cuchicheando durante el examen. Los padres prefieren no saber… que sus hijos adolescentes no han ido a casa de un amigo, sino a un concierto. El jefe prefiere no saber… que se hacen horas extras. ¿Cómo llamaríamos a estas situaciones también relacionadas con la cantidad de información que se maneja? ¿Inforancia?

La parte negativa de la información

Me gustaría mencionar un par de películas ya que hablamos, aunque solo sea un instante, de la parte negativa de la información. Con la parte negativa me refiero a información errónea, mentiras, bulos e inventos para manipular, esconder, engañar, controlar y/o someter. Estas películas expresan por sí solas por qué y para qué surgen estas noticias y sus consecuencias.

La mente humana puede llegar a ser muy perversa, por mucho que nos puedan resultar entretenidas las películas que cuentan sus historias. Me estoy refiriendo a Cortina de humo (Wag the Dog). Una película espléndida, dirigida por Barry Levinson en 1997. Nos cuenta cómo se pueden crear noticias falsas utilizando el poder y la manipulación para distraer y ocultar lo verdaderamente importante. En este caso, en el ámbito de la política y la influencia de los medios de comunicación.

En una fecha más reciente se estrenó Perfectos desconocidos, dirigida por Álex de la Iglesia en 2017. Otro ejemplo de falta de honestidad y de falsa confianza. Si nuestras vidas son como se ve en la película, ¿por qué nos extrañamos de la existencia de la infodemia y de las “cortinas de humo”?

El acceso a internet nos abre muchas puertas. Sin embargo, en muchas ocasiones cuesta más energía de la necesaria seleccionar, filtrar y elegir las respuestas adecuadas en nuestras búsquedas. Yo confieso que a veces me agoto con tanta lectura y tantas posibilidades. La situación empeora cuando, entre toda esa información, encontramos también noticias falsas que pueden tener consecuencias importantes, o incluso graves, para nosotros.

Cómo combatir la infodemia

La OPS, organismo dependiente de la OMS, se ha puesto manos a la obra. En su caso, ha sido para poner freno a la infodemia en el caso que ha generado la pandemia por coronavirus. Ofrece algunas líneas de actuación como guía.

Sería bueno seguir un proceso similar para el resto de las situaciones en las que los bulos y fake news puedan aparecer.

Por ejemplo, ¿qué tal si dejamos de compartir de forma prácticamente compulsiva todo lo que nos llega al Whatsapp? Sobre todo, si desconfiamos del origen e, incluso, nos produce incredulidad el contenido. Seguro que también hay una palabra para esa acción de estar constantemente revisando mensajes y reenviando todos los vídeos, artículos y noticias. ¿Reendemia?

Esta medida parece bastante fácil de implantar, ¿cierto? Pues me ha pasado algo curioso al hacer esta reflexión. Me he reconciliado con la imposibilidad de hacer reenvíos en Whatsapp a más de cinco contactos a la vez. ¡Qué incordio! ¿verdad? Pues ya no me molesta tanto como cuando nos lo impusieron. Ahora le encuentro el lado bueno a su implantación.

Hay otra de las recomendaciones que me parece importante destacar. Es hacernos la pregunta, ¿tiene sentido reenviar esta información? Cada uno que elija la que considere que tiene sentido o no. Con este sencillo ejercicio, se disminuirá considerablemente la extensión de noticias que nunca debieron haber salido a la luz.

Querer controlar bulos y artículos con noticias o conceptos erróneos sería como poner puertas al campo, lo sé. Pero, somos muchos los usuarios y tenemos una responsabilidad. ¿Qué puedes hacer tú?

Antonia Caballero Cano se define como “coach, economista, escuchadora, aventurera, privilegiada, agradecida, alerta, consciente, resolutiva y sociable”. Lleva años dedicada a “crear encuentros” y a aportar “bienestar a personas y equipos”. Sigue su Columna La Fuerza en Good4Good para continuar mejorando.

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