Las ciudades europeas podrían ver muchos menos coches en las carreteras en un futuro próximo.
Europa está tomando conciencia de la situación medioambiental actual y de la calidad de vida de sus ciudadanos y está empezando a tomar cartas en el asunto.
Los gobiernos están gestionando medidas para impulsar el transporte sostenible y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, con el reto que supone modificar la industria del transporte ya que ésta supone el 5% del PIB de la UE y 10 millones de empleos directos.
La Comisión Europea propone un paquete de medidas contra la contaminación
La Comisión Europea está impulsando este cambio, y para conseguirlo propone entre otras medidas, el paquete de eficiencia y movilidad sostenible que, si sale adelante, haría que las 424 ciudades más grandes existentes en la red de transportes europea (Ten-T) realicen planes urbanos de movilidad sostenible para 2025, en los que darán prioridad a la bici y el transporte público en lugar del vehículo privado.
Esto no supone una guerra sino una evolución para el sector del automóvil debido a que la estrategia pretende que en 2030 haya en circulación más de 30 millones de vehículos eléctricos.El paquete de medidas hace especial mención al objetivo de reducir los gases de efecto invernadero en el transporte europeo. Estas medidas están muy enfocadas al transporte urbano y priorizar medios de transporte sostenibles y también a impulsar el transporte ferroviario en viajes de largas distancias, que pretende doblar el número de usuarios para 2030. Además también se impulsarán los aviones y buques que no emitan gases contaminantes, lo que supone también un reto para las aeronáuticas y navieras.
Se ha llegado a un acuerdo para la fecha de huella de carbono neutra: 2050
Esta política sostenible europea es la primera en convertirse en prioridad para la UE, a pesar de que ya ha triplicado su inversión en proyectos de vías ciclistas y senderos.
En definitiva, se pretende conseguir una reducción de las emisiones de vehículos privados de un 55% para 2030, con la consecutiva mejora de la calidad del aire en las ciudades y de las vidas de sus ciudadanos, y se ha puesto 2050 como fecha para conseguir una huella de carbono neutra y para, en palabras del presidente de la Comisión Europea Frans Timmermans, evitar la muerte de 400.000 personas al año de manera prematura debido a la mala calidad del aire.