El Congreso de los Diputados aprobó el pasado jueves la primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España. Este proyecto, liderado por la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, finalmente verá la luz. El texto establece los objetivos de alcanzar la plena descarbonización de la economía antes del año 2050.
La vicepresidenta se ha deshecho en elogios hacia la nueva norma, llegando a calificarla de “hito histórico e imprescindible”. Es una ley que llega en el momento justo. Entre sus diversos puntos, los más destacados tienen que ver con el desarrollo sostenible y la acción climática.
Ley histórica de Cambio Climático
La ley aprobada el pasado 13 de mayo busca una primera revisión de los objetivos propuestos en 2023. Una de las principales premisas para la concesión de esta norma ha sido la consecuencia de los eventos meteorológicos en nuestro país. En este caso, según citan en la normativa, estos suponen para España una media de casi 700 vidas y 900 millones de euros al año.
Es por ello que, como ha podido explicar la vicepresidenta, es fundamental transformar el modelo de desarrollo y forma de vida a un sistema de acuerdo a criterios de sostenibilidad. Este ejemplifica uno de los puntos más importantes del escrito, al igual que la sustitución de combustibles fósiles por energías renovables.
Así lo ha explicado la ministra, quien no quiere excluir a nadie de la Ley del Cambio Climático. “Hay que modernizar la economía y transformar los modelos de producción y de consumo. También, adaptarse a los impactos climáticos y realizar estos cambios sin olvidar a ningún territorio ni a ninguna persona”, concluyó la vicepresidenta.
La propia política ha recordado que esto es una lucha de todos. A su vez, hace un llamamiento a la juventud, la generación del futuro. “Hace falta la audacia de la juventud para anticiparnos y aprovechar el mundo de oportunidades que abren las tecnologías del futuro”, manifestaba la ministra.
El proyecto constituye un esbozo para articular medidas futuras relacionadas con el medio ambiente. Un primer paso hacia la transición ecológica para combatir el cambio climático. La primera piedra de un largo camino por recorrer.
