Caminar en silencio es la última obsesión por el bienestar de TikTok, una combinación de meditación y ejercicio cuyo objetivo es mejorar la salud mental. En un vídeo que ya acumula casi 500.000 visitas, la influencer Mady Maio describe un paseo. Pero no un paseo cualquiera: uno silencioso. Para ella, el paseo de 30 minutos fue revelador. Sin podcasts, sin música. Solo ella y sus pensamientos.
Al principio, se resistía debido a su ansiedad. Sin embargo, al darle una oportunidad, experimentó una transformación sorprendente. Los primeros minutos pueden ser un caos mental, pero a medida que avanzas, esa niebla cerebral comienza a disiparse, permitiendo que los pensamientos fluyan con libertad.
El paseo silencioso no es nuevo en términos de prácticas de bienestar; de hecho, tiene profundas raíces en la atención plena y la meditación. Esta antigua tradición nos invita a conectarnos con nuestras sensaciones físicas, pensamientos y emociones del momento presente, sin juzgar. En un mundo obsesionado con la multitarea y la productividad constante, esta simple práctica nos recuerda la importancia de estar presentes en el momento.
A diferencia del tan de moda «Hot Girl Walk», una odisea de 6 kilómetros que requiere fijarse objetivos y dar las gracias, el paseo silencioso no implica realizar varias tareas a la vez. No hay nada más que hacer que poner un pie delante del otro y observar el mundo que nos rodea.
A veces, sólo necesitas caminar en silencio
Arielle Lorre, creadora de contenido en Los Ángeles, defiende el valor del paseo en silencio y señala cómo nuestra sociedad está cada vez más atrapada en la espiral de la tecnología. Caminar en silencio, durante al menos 45 minutos unas cuatro veces por semana, le ha proporcionado beneficios significativos, como un sueño mejorado, mayor tranquilidad y una energía constante a lo largo del día.
Además, un estudio publicado en 2020 en The Journal of Environmental Psychology encontró que un paseo de 30 minutos en un parque urbano reducía los pensamientos negativos, mejoraba la creatividad y ayudaba a combatir la depresión.
Pero para algunas personas, la idea de un paseo en silencio puede parecer tortuosa. Un estudio de 2014 reveló que la mayoría de las personas preferiría hacer cualquier cosa antes que quedarse a solas con sus pensamientos. Sin embargo, los expertos argumentan que caminar puede hacer que pasar tiempo contigo mismo sea más agradable y enriquecedor: no requiere una gran carga mental, lo que nos brinda la oportunidad de soñar despiertos y desconectar del constante flujo de información digital.
En un contexto donde nuestra atención se ve cada vez más limitada, resulta esencial buscar maneras de recargar nuestra energía mental.
El paseo en silencio puede constituir esa pausa necesaria que nos capacita para rendir mejor en otras facetas de nuestras vidas. De hecho, se recomienda realizar pausas digitales en distintos momentos y centrar nuestras metas emocionales diarias en lugar de limitarnos a enfocarnos en tareas interminables.
Pasear en silencio nos hace conscientes de que la belleza y la vitalidad del mundo real aguardan más allá de nuestras pantallas. En una sociedad dominada por la obsesión por la productividad y la multitarea, esta práctica nos invita a acoger el presente y a valorar la serenidad que puede hallarse en el acto sencillo de caminar.
Entonces, ¿por qué no dar nuestro propio paseo silencioso?