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Laura González Arriaga, creadora de ActandBe: «Nadie quiere realmente destrozar el planeta»

Estar activo es estar vivo, atreverse, actuar, ser. Actuar y ser. Act and Be. Según Laura González Arriaga, aquí se encuentra el origen del nombre de su marca de ropa deportiva ‘ActandBe’. Y tras una importante reflexión, no se puede encontrar una marca cualquiera. Esta es la primera marca de ropa deportiva sostenible y 100% ecológica hecha en España. Laura es natural de Miguelturra en la provincia de Ciudad Real y desde aquí emprendió para crear ‘ActandBe’. Tras más de diez años dedicándose al mundo de la moda desde el lado del marketing y la comunicación, a principios de 2019 decidió poner en marcha su propia marca, que vio la luz a finales de ese mismo año.

Lo que llevó a Laura a crear desde cero ActandBe, fueron sus ganas de hacer moda en positivo, y de sumar a esa parte del sector que está haciendo las cosas bien: la moda sostenible. Ella misma explica que los últimos años han sido devastadores para el mundo de la industria textil en cuanto a accidentes en fábricas, contaminación de ríos, maltrato del terreno por el cultivo de algodón con muchos pesticidas… Todo ese bombardeo de noticias le hicieron «un poco de daño», porque ella se estaba dedicando a un sector de la moda que estaba haciendo «mucho daño al planeta y a sus trabajadores». En ese momento se plantó:

«O me dedico a la otra parte de la moda, o no quiero seguir dedicándome a esto».

Laura González Arriaga, creadora de ActandBe

ActandBe: 100% ecológica y local

Fotografía: Carlos Mira Manzano
Modelos: Sigri Fernández, Amanda Ferrer, Ana Ropero

En ActandBe diseñan prendas y las elaboran con el máximo cuidado para el planeta, en materiales sostenibles, como algodón orgánico, fibra de bambú orgánica o poliéster reciclado, entre otros, y sin materiales de origen animal. Además, estos tejidos ecológicos son muy confortables para hacer deporte, ya que aportan libertad de movimientos, sujeción y comodidad. Entre ellos usan algodón orgánico que permite ahorrar un 80% de agua con respecto al convencional, cuida el suelo de cultivo y las personas que lo trabajan no utilizan pesticidas y herbicidas tóxicos. Además a los trabajadores que cultivan ese algodón se les respeta sus derechos.

Además, toda su producción es 100% local. Desde los tejidos hasta la confección de las prendas, incluyendo las etiquetas o el packaging, todo se fabrica en España. Esto marca la diferencia de muchas otras marcas de ropa sostenible que han surgido en estos últimos años. Y por si fuera poco, con cada venta en su tienda online plantan un árbol.

Según cuenta en su página web, Laura ha vivido y trabajado en grandes ciudades europeas como Florencia, Barcelona, París, Madrid o Maastricht. Pero, Actandbe le ha traído de vuelta al pueblo. «Miguelturra, mi localidad de origen en La Mancha, en la provincia Ciudad Real, se ha convertido en la sede de ActandBe. Aquí, en el pueblo, lo de la vida slow es simplemente la vida. Y queremos hacer moda slow, así que no había un mejor sitio.»

Cambio de conciencia

Con esa iniciativa, ActandBe quiere que la ropa vuelva a tener valor y a significar algo para cada persona. «Que cada vez que nos compremos una prenda, digamos: me encanta, me la voy a poner muchas veces, la voy a utilizar. Y sé que detrás de esa prenda hay personas pagadas correctamente, materiales que no hacen daño al planeta y se pueden reciclar cuando ya no la utilice». Aseguran que fomentar un consumo más moderado es la única salida frente al cambio climático. Y especifican, en su web, que da igual que sean productos sostenibles, del sector que sean: si seguimos consumiendo al ritmo actual el planeta no va a resistir mucho más. Por eso nuestra idea se acerca más a consumir menos pero consumir mejor. 

Fotografía: Carlos Mira Manzano
Modelos: Sigri Fernández, Amanda Ferrer, Ana Ropero

En cuanto a la concienciación de la gente, Laura considera que está empezando a aparecer una concienciación más responsable de la moda, pero que este es un proceso muy largo. Además, explica que está todavía en sus inicios, ya que cada año se compra y se desecha más ropa, y seguimos batiendo récords. «Creo que esto es algo que empieza a cambiar en la conciencia de las personas. Pero sí creo que es esperanzador, porque sobre todo está empezando a cambiar en la gente joven». Y añade: «Nadie quiere realmente destrozar el planeta. Es que no somos conscientes de ello».

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