De la mano del arquitecto italiano Mario Cucinella, llega TECLA, el primer proyecto de casas fabricadas completamente por arcilla local e impresoras 3D, un paso hacia adelante en el desarrollo de las ciudades sostenibles.
La industria de la construcción es una de las mayores contribuyentes al cambio climático. Materiales como el cemento emiten altos niveles de CO2 que fomentan el efecto invernadero. La construcción de viviendas sostenibles es un objetivo muy importante a conseguir si queremos luchar contra el cambio climático.
¿Qué es TECLA?
Es un conjunto de casas construidas con materiales 100% sostenibles usando materias primas locales. Gracias a la tecnología de impresión 3D de la empresa, también italiana, WASP, se ha conseguido fabricar estas viviendas que pueden adaptarse a múltiples entornos y climas. De esta forma es posible crear un modelo de vivienda circular y sin residuos, y la arcilla, que se ha usado durante siglos en países de la India, supone una alternativa rentable y ecológica.
Pero, ¿cómo se construyen estas casas?
Según el arquitecto, la velocidad y la escala de los edificios no deja de aumentar gracias a las posibilidades de la impresión 3D. En imprimir una vivienda de 60 metros cuadrados y 49 metros útiles se ha tardado unas 200 horas de trabajo. Por primera vez en el mundo, se han sincronizado dos brazos de impresión para poder realizar esta construcción.
Para su construcción se ha usado un alto porcentaje de tierra local mezclada con fibras. En el caso del prototipo, las fibras usadas han sido de arroz junto con un coagulante producido por la empresa española, Mapei.
Que toda la construcción se realice con un mismo material es una estrategia técnica, económica y estética. De esta forma, no solo se reduce la posibilidad de errores en juntas y supone un desperdicio cero, sino que el resultado final es estéticamente orgánico. Además de esto, las viviendas son muy aislantes, lo que facilita el control energético de cada una de ellas.
Las casas construidas como prototipo se componen de dos cúpulas que cuentan con una zona de estar, un baño y un dormitorio. Además, la mayor parte del mobiliario forma parte de las paredes y también está impreso en 3D.
En el exterior, un lago recoge los desechos y el agua de la lluvia para utilizarlo en los jardines y unos paneles solares y térmicos proporcionan energía limpia a la casa.
Por tanto, este proyecto no solo podría ser un gran paso en la construcción de viviendas y ciudades sostenibles, sino una solución eficiente para la falta de viviendas en muchas regiones del mundo sin tener un efecto negativo en el planeta.