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Masanobu fukuoka, abuelo de la permacultura
Así es como el pensamiento de Masanobu Fukuoka, abuelo de la agricultura natural, nos da la fórmula de la felicidad.

Masanobu Fukuoka y la armonía de la naturaleza

“Abuelo dime, ¿Cómo siembras los corazones para recuperar una tierra fértil y verde?”

«Me he vuelto un poco pesimista, ahora intento explicar mis pensamientos con poemas.»

Masanobu Fukuoka en una entrevista con Toni Martín para el portal EcoHabitar

Humilde, del latín humilis, derivada de humus, la capa fértil de la tierra. Así fue Masanobu Fukuoka (1913-2008). Revolucionario y filósofo. Al final de sus días, poeta de lo natural. Inspirador. A los 25 años, una neumonía dio a su vida un giro de 180º. Dejó su carrera como fitopatólogo del Departamento de Aduanas de Yokohama. Desde entonces, comenzó una comprometida carrera como investigador de los procesos naturales, y campesino, para salvar la tierra de la deforestación, y a los hombres de su ignorancia.

Aunque él no lo crea, es así.

Una filosofía de vida «Wu-wei» -no hacer- ha inspirado toda su teoría sobre cómo los procesos naturales se bastan -con apenas intervención humana- para el cultivo de alimentos, y de felicidad. Porque si dejamos a la naturaleza ser y nosotros somos con ella; si entendemos que formamos parte de un todo, estaremos en armonía con la fuente.

La llave, por tanto, no está en el tener, sino en el ser.

Lo que le damos a la tierra, la Tierra lo devuelve

Fukuoka lo tuvo claro: la naturaleza cultiva lo que comemos, no nosotros. Así, demostró que la mínima invasión a los procesos naturales, no solo mejora la fertilidad del suelo, sino que puede superar el rendimiento de las explotaciones industriales.

Aunque esto no sea lo más importante.

Y es que su granja de Kochi, en la isla de Shikoku, no utilizó ni maquinaria, ni químicos, ni combustibles, ni compost o poda y, sin embargo, obtuvo un rendimiento igual o superior al de granjas las industriales. ¿La clave de todo? El nendo dango.

«La única manera de estar sano, de cuerpo y mente, es volver a la naturaleza». Así es como Panos Manikis, discípulo de Fukuoka, resume las enseñanzas de su maestro. La agricultura natural es una medida radical para salvar la tierra. Una vuelta a lo que tuvo que ser, y no fue. La devastadora «naturaleza» del tener, del poseer -cuanto más, mejor- es así: devora la belleza, la bondad, la verdad. Olvida la idea de que somos parte de un todo sin el que no podemos sobrevivir.

Nos hace sufrir.

El único camino que puede salvarnos como humanidad es, según Fukuoka -y Manikis-, el de la agricultura natural.

En los años 70, su libro La revolución de una brizna de paja dotó a la isla nipona de una alternativa contra la crisis del petróleo. Desde entonces, se dedicó a viajar por el mundo compartiendo sus conocimientos sobre agricultura natural, o lo que podemos dejar de hacer para reverdecer el planeta y ser más felices.

Bombas de arcilla para salvar la tierra: nendo dango para reverdecer la tierra

«Cuando tiramos nendo dango, sembramos como Dios.»

Masanobu Fukuoka en una entrevista con Toni Martín para el portal EcoHabitar.

El nendo dango, o bombas de semillas, es la técnica de sembrado «creada» por la naturaleza, según el maestro Fukuoka, a quien se le atribuye su «invención». Se basa en el recubrimiento de las semillas en una bola de arcilla, que la protege de los ataques de los animales. Una vez lanzada esta bola de barro a la tierra, con la llegada de la primera lluvia intensa se deshace, dando paso a la semilla, que brota ya con el suelo formado. Según nos explican en el canal Birika Permakultura, se trata de una técnica muy eficaz para reforestar, ya que la tasa de germinado en las semillas sin capsular es de entorno a un 0,2%, mientras que con nendo dango puede llegar al 2%.

Según Manikis, discípulo de Fukuoka, las bolas de arcilla permiten la siembra de grandes extensiones de terreno que ningún otro método puede alcanzar. Además, la repoblación mediante plantaciones requiere un mayor gasto de energía, de tiempo y económico. Así como un gran costo de agua durante los primeros años.

En este sentido de hacer más fértil la tierra, de darle una nueva oportunidad, el poeta contempla nuestra región mediterránea desde una visión algo pesimista. Para Fukuoka es un paisaje rocoso, árido, con pocos árboles frutales y cuyas verduras tienen un nivel de nutrientes simple, como la propia tierra que las alberga, muy difícil de reverdecer. Un paisaje antinatural.

La agricultura natural: una reconciliación con la humildad.

«Los seres humanos son más estúpidos que los perros»

Masanobu Fukuoka en una entrevista con Toni Martín para el portal EcoHabitar.

En el pensamiento de Fukuoka, la estupidez humana parte de una incomprensión de la esencia de lo natural. Y es que, mientras los perros o gatos conocen la naturaleza de verdad, porque la viven, el hombre en su eterna arrogancia, la ha interpretado, la ha amarrado en una serie de teorías, la ha separado en cuatro elementos, y se ha creado una ilusión de entendimiento que parte de la deformación de un pensamiento científico que nos destruye.

El científico orgulloso, separado del mundo, para Fukuoka, es tan necio que cree poseer la verdad sobre la naturaleza. Cree comprender sus procesos. Y en su ignorancia inventa cosas que podrían asolar el mundo.

A todos.

Al todo.

Así, el hombre, creyéndose conocedor de ese todo, por conocer solo una parte, no se conoce ni a sí mismo. Porque en la naturaleza, según el filósofo, nada está dividido. Formamos parte de algo que nos supera y nos arropa. Que nos une. Fukuoka recuerda la fiesta de los cerezos en Japón, y explica cómo la alegría de las personas que allí acuden, proviene de contemplar, de respirar las flores. Eso les mueve a bailar y beber Sake. El oxígeno de las flores les alegra el espíritu.

¿Cómo vamos a estar separados entonces?

«No se trata sólo de sembrar semillas en el desierto o en las montañas. Se trata de sembrar semillas en el corazón de las personas. Creo que vivimos en una sociedad que nos anima a ser cada vez más ricos, inteligentes y guapos. A alimentar nuestro ego. Creo que si la gente corriente entendiera que ellos son la sal de la tierra, que Dios está dentro de cada uno, que son perfectos tal y como son… si entendieran esto, todo sería muy fácil.»

Entrevista a Panos Manikis en El blog Alternativo

¿Quieres ser feliz? Aquí tienes la esencia.

Fuentes consultadas

La revolución de una brizna de paja, Masanobu Fukuoka

Canal Birika Permakultura. (4 de enero de 2016). Como Hacer BOMBAS DE SEMILLAS O NENDO DANGO | Metodo FUKUOKA. Youtube.

Entrevista a Masanobu Fukuoka, EcoHabitar.

Entrevista a Masanobu Fukuoka, El País

Entrevista a Panos Manikis, El blog Alternativo

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