«Estamos calentando el clima en una escala de tiempo que es un millón de veces más rápida de
lo que la naturaleza fue capaz de hacer por sí misma. Eso es lo que hace que este momento sea
tan frágil». -Michael Mann.
El reconocido climatólogo Michael Mann, famoso por su gráfico de “palo de hockey”
que cuestionó la posición de negar el cambio climático, ofrece en su reciente obra «Our
Fragile Moment» una perspectiva esperanzadora ante la crisis climática. A lo largo de
las páginas de su libro, Mann insta a la acción urgente, sosteniendo que aún podemos
tomar medidas cruciales para detener este «frágil instante» en el que nos encontramos.
Su visión optimista, respaldada por pruebas contundentes, resplandece frente a los
desafíos climáticos actuales. Mann destaca cinco razones convincentes que iluminan la
posibilidad de dar forma a un futuro sostenible y resiliente, desafiando así la idea de
que nuestro destino climático está irrevocablemente sellado.
Resiliencia climática
Hace cuatro mil millones de años, cuando el sol brillaba solo al 70% de su intensidad
actual, la Tierra debería haber sido un bloque de hielo, según los modelos climáticos.
Sin embargo, la presencia de océanos llenos de vida primitiva desafía estas
expectativas. La resiliencia de la Tierra, evidenciada en el pasado, sugiere que, a pesar
de los desafíos, nuestro planeta puede adaptarse.
Exageraciones sin fundamento
Las proyecciones pesimistas que anticipan un calentamiento descontrolado debido a la
liberación de metano desde el permafrost ártico han sido consideradas exageradas. A
pesar de que algunos hacen referencia a eventos pasados de extinción masiva, la
evidencia actual no respalda la hipótesis de una liberación masiva de metano en la
actualidad. En lugar de ceder al pánico, Michael Mann sostiene que debemos confiar en
nuestra capacidad actual para limitar las emisiones de dióxido de carbono.
Precisión en los modelos climáticos
A pesar de las afirmaciones de que los modelos climáticos subestiman el calentamiento,
Michael Mann destaca que la sensibilidad climática medida en períodos pasados
concuerda con los modelos actuales. Sostiene que la claridad y precisión de la ciencia
son suficientes para impulsar una acción urgente.
Progreso real
Antes del Acuerdo de París, el mundo se dirigía a un aumento de casi 4 grados Celsius.
Sin embargo, gracias al progreso en la transición hacia fuentes de energía renovable, las
proyecciones actuales indican una estabilización por debajo de 3 grados Celsius.
Aunque persisten desafíos, cada avance cuenta.
Urgencia y acción
Michael Mann compara la crisis climática con el impacto devastador del asteroide que
llevó a la extinción de los dinosaurios. A diferencia de ellos, la humanidad es consciente
del peligro que enfrentamos y posee la capacidad de tomar medidas decisivas. Los desafíos que enfrentamos no son principalmente de índole científica, sino más bien
relacionados con factores sociales y de toma de decisiones.
La industria de combustibles fósiles ha implementado estrategias de desinformación,
pero al elevar nuestras voces y trabajar en conjunto, podemos superar estos obstáculos.
Mann destaca la urgencia de actuar de manera inmediata. Aunque aún no estamos
condenados, la responsabilidad recae en cada uno de nosotros para preservar este
momento crucial. El compromiso social y ciudadano adquiere un papel fundamental y
puede marcar la diferencia en el curso de los acontecimientos. La movilización colectiva
hacia soluciones sostenibles y la presión continua sobre las políticas ambientales son
esenciales para enfrentar la crisis climática y forjar un futuro más sostenible.