Los objetivos… alcanzarlos requiere motivación. La Rae define motivación como: “Cosa que anima a una persona a actuar o realizar algo” Para mí, esa definición se queda corta. Entonces, podría explicarse como: “Sensación o sentimiento que invade nuestros cuerpos, necesaria para conseguir un objetivo”.
La importancia de los objetivos en nuestra vida es primordial, ya que nos mantienen al pie del cañón día a día. Gracias a ellos, podemos sentir la magnífica sensación de la motivación. En muchas ocasiones puede parecer que nuestros fines son inalcanzables. Incluso nos sentimos inferiores si no los hemos logrado aún. En esos momentos de debilidad, necesitamos pequeños empujones que nos hagan ver lo que realmente valemos.
Las conversaciones con aquellos a quienes más queremos pueden ser de ayuda para obtener la motivación necesaria para alcanzar nuestros objetivos. Porque ellos ven lo que, a veces, ni nosotros mismos podemos ver. Os voy a contar mi propia experiencia: el año pasado no confiaba en mí misma, y sentía que no podía lograr nada de lo que me propusiera. Esto, a pesar de que mi círculo cercano me dijese lo contrario en repetidas ocasiones. Pero llegó un día en el que conocí a Antonia Caballero. Ella me preguntó acerca de mis objetivos, para a continuación decirme: “¿Y cómo vas a conseguirlos?”
¡Eureka! Ahí estaba el quid de la cuestión, en la planificación de los pasos para llegar a un objetivo. Recuerdo haber entrado en mi casa con la motivación recorriendo todo mi cuerpo.
>>> «Si reflexionamos entenderemos que, si otras personas lo consiguen, ¿por qué no vamos a poder conseguirlo nosotros?»
Entonces, llegué a la conclusión de que muchas veces es inevitable compararse con los demás. Pero, si le damos un giro a ese pensamiento y reflexionamos entenderemos que, si otras personas lo consiguen, ¿por qué no vamos a poder conseguirlo nosotros?
Os voy a poner otro ejemplo que quizás os suene más, ya que no se deja de hablar sobre ello. Durante el Estado de Alarma, el cocinero José Andrés, junto a miles de colaboradores, repartió 40.000 comidas diarias a aquellas personas que más lo necesitan. Esto es un indiscutible logro, pero si analizamos todo lo que hay detrás de esa gran cifra, veremos que lo único necesario para conseguirlo fueron horas y manos que contribuyeron al proyecto. ¿A que así no parece tan imposible?
Y el papel que la motivación ha jugado en sus objetivos, en ese proyecto es fundamental. Tanto la de José Andrés, por querer dar solución a un gran problema, como la de todos aquellos que han contribuido a hacerlo posible. Es cierto que él es una persona reconocida a nivel internacional; sin embargo, no es el único que ha aportado a una buena causa en esta pandemia. Hemos podido ver diariamente cómo pequeñas comunidades o grupos de amigos han puesto su granito de arena, llegando a construir grandes castillos.
Como ya sabemos, cualquier proyecto que cuente con un gran número de personas necesita la elaboración de un plan para así evitar contratiempos. Así, si este orden lo trasladamos a nuestra vida, conseguir nuestros objetivos nos resultará mucho más simple.
Es evidente que todo plan tiene sus dificultades, y que hay momentos en los cuales se puede perder el rumbo. Siempre que esto pase, debemos recurrir a la motivación e intentar que vuelva a nosotros. Y si no vuelve por sí misma, podemos acogernos a nuestras propias experiencias, o buscar aquellos ejemplos a los que aspiramos, aquellas personas que ya lo han logrado.
Lo importante es que, si tú tienes clara la meta, podrás conseguirla.
Soy Aymara Rivero. Estudio Bachillerato y me defino como entusiasta, risueña, positiva, extrovertida, analítica, reflexiva, amante del arte y los viajes. Mis sentidos siempre están atentos, por si puedo aprender algo nuevo.