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Pienso, luego actúo: la campaña de Yoigo sobre el cambio positivo

¿Es posible un cambio social? ¿Cómo podríamos potenciar todas aquellas iniciativas que desean cambiar el mundo? En nuestra sociedad de consumo es difícil hacerse un hueco. Sobre todo, es complicado si lo que tratamos de hacer es diferenciarnos del status quo.

No es necesario romperlo. Pero en un mundo en el que lo convencional es el uso del plástico de un solo uso o confiar en los combustibles fósiles, lo normal, es seguir el cauce marcado. Suprarreciclar el plástico que desperdician otros para hallar una nueva materia prima es diferenciarse. Hallar la forma de absorber el CO2 de la atmósfera y sintetizarlo para usar un combustible reciclado es salirse de las vías. Fomentar la integración de personas invidentes al diseñar unas zapatillas adaptadas para ellos o demostrar que se puede patinar y ser ciego es diferenciarse del status quo.

En Good4Good llevamos mucho tiempo ofreciendo un contenido esperanzador que fomente el cambio positivo. Por eso nos encanta encontrar almas gemelas que reinventan el modelo de comunicación y la forma de actuar de las empresas. Nos enorgullece darnos cuenta de que no somos los únicos que tratamos estos temas. Por suerte para toda la sociedad y todo el planeta, la conciencia es global y el cambio es global.

Por primera vez en la historia, la Revista Forbes lanza la lista de las otras 100 fortunas de nuestro país. En ella, lo que marca la diferencia no es el dinero o las posesiones materiales. Lo que motiva la pertenencia en esa lista es el deseo de cambio y la necesidad de introducir en la sociedad de mercado los valores de concordia y respeto hacia los demás y hacia nuestro planeta. La lista de fortuna social de Forbes, nuestras noticias en Good4Good y la campaña de la telefónica Yoigo ‘Pienso, luego actúo’, en la que está enmarcada esta noticia; son piezas imprescindibles de la construcción de un futuro prometedor para nuestro planeta y nuestra sociedad.

Hay varios nombres de la lista de Forbes que ya han pasado por nuestras páginas. En esta ocasión, os ofrecemos el testimonio de dos de los “afortunados” de Forbes y Yoigo a los que tuvimos el placer de entrevistar. Ellos son Antonio Espinosa y Ousman Umar, dos personas que cambiaron sus vidas para cambiar las de los demás.

Ousman Umar: información y libertad

Ousman está relajado, nos mira fijamente, con mucha complicidad y a la vez con el aura de quien cuenta una historia increíble, pero cierta. Comienza, como la mayor parte de las historias, por el principio.

Infancia

Nació en Ghana en una pequeña aldea en el medio de la selva y su madre murió cuando él era muy pequeño. Según las tradiciones de su pueblo, la muerte de su madre condicionó su vida hasta el punto de crearse sobre él una marca de muerte. De forma literal, su pueblo iba a asesinarle. Pero su padre intercedió, como el mago negro de su aldea, y le salvó la vida.

Ousman, que estuvo al borde de la muerte en varias ocasiones, asegura y reafirma que el mayor logro de su vida es “estar vivo”.

La curiosidad y el cambio

Con 9 años dejó su aldea y se fue a la ciudad siguiendo su curiosidad. Al tiempo descubrió que lo que de verdad quería era conocer cómo los hombres blancos hacían volar un avión por encima de su cabeza mientras que el juguete que él mismo había fabricado no se podía mover ni un centímetro.

Ousman necesitaba información, necesitaba la información que le haría entender cómo funcionaba el mundo. Por ello, años más tarde y después de su odisea personal, entendió que lo que sus contemporáneos en Ghana necesitaban era información. Porque la información es poder y así conseguimos la libertad.

Su odisea

Con 12 años decidió emigrar hacia Europa. Ousman relata que fue atrapado por traficantes de personas y perdió 5 buenos años de su vida cruzando el norte de África para después ser abandonado en el medio del Sahara. Con escalofríos recordamos las palabras de Ousman al respecto de como solo 6 de 46 personas consiguieron sobrevivir. “El afortunado que consiguiera orinar y beberse su propia orina era el afortunado que viviría”.

Ousman se emociona y le resulta complicado recordar todas esas experiencias, todo aquello que vivió hasta cruzar el Mediterráneo y hallarse a sí mismo en Europa; en el “paraíso” como él nos indica. Su mejor amigo Musa, murió en el trayecto. Es fácil decirlo, pero mucho más difícil es experimentarlo. Su rostro, impertérrito hasta ahora, se arruga en señal de rabia y dolor cuando nos lo comunica. Pero también hay orgullo en su mirada, “después de todas esas experiencias fui capaz de lograrlo”.

La enseñanza

Ousman cree que depende de cada uno de nosotros crearnos una oportunidad de cambio. No podemos relajarnos y esperar a que alguien se acerque y nos brinde esa oportunidad, debemos ser nosotros quienes trabajamos por la oportunidad y por el cambio.

En 2012 creó Nasco Feeding Minds ONG y su objetivo principal ha sido siempre sembrar y alimentar la mente de la gente. Dar de comer y saciar la curiosidad, la ambición y la necesidad de información de sus compatriotas en Ghana. Para que, a través de la información, tengan acceso a las oportunidades que el propio Ousman nunca tuvo.

Antonio Espinosa: agua por el cambio

Emprendedor social

Antonio Espinosa es joven, solo tiene 29 años, y es arquitecto. Al poco tiempo de trabajar en su profesión decidió dejarlo todo. Y no lo hizo para pasar tiempo libre, lo hizo para comprometerse con el mundo del que formaba parte. Se define a sí mismo como “una especie de yonki del emprendimiento social” y dice ser un afortunado de poder dedicarse a proyectos que realmente le llenan.

El cambio necesita agua para crecer

El proyecto sobre el que ha vertido mayor esfuerzo personal es Aura. Ante la pregunta que le hacemos sobre “¿qué es Auara?”, Antonio toma aire para que sus palabras fluyan en un ilustrativo cauce. “Aura es una empresa social que se dedica a desarrollar proyectos de agua potable en países en vías de desarrollo”. Y destaca que, en lugar de ser una ONG y captar subvenciones o donaciones, Auara es una empresa que vende agua sostenible para financiar esos proyectos con el 100% de los beneficios.

Después, nos explica que “venden agua en España para llevarla a otros países que no la tienen”. Además, muy seguro de sus palabras, nos indica que Auara fue la primera empresa que fabricó sus botellas con plástico 100% reciclado en Europa. Posteriormente, comercializaron refrescos que son ecológicos, de comercio justo y funcionales.

Antonio asegura que quería introducir su visión del mundo en el mercado. Dar cabida a valores como pueden ser el reciclaje, el comercio justo y el emprendimiento social que se salían de los cauces habituales. Y brindar las oportunidades que el disfrutó a aquellos que no las tienen.

Objetivo: cambio positivo

Antonio asegura que no ha cambiado el mundo, pero ha tenido la oportunidad de hacer algo por el cambio. Ousman nos habla de la pequeña luz de esperanza que portamos todos los que promovemos el cambio. Por ello, Antonio es un actor, al igual que lo es Ousman o Yoigo o la revista Forbes, o nosotros mismos por pequeña que sea nuestra parte. Somos todos actores en la gran obra global sobre el cambio positivo y en la que, a diferencia de la ficción, todos podemos llegar a ser protagonistas.

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