El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) iniciará en septiembre el proyecto europeo LIFE PollinAction. El objetivo es desarrollar una Infraestructura Verde para aumentar la provisión de insectos polinizadores y desarrollar espacios multifuncionales.
Debemos reconocer que estos insectos no siempre logran caernos simpáticos. El ejemplo más claro de este tipo de animales es la abeja. Su picadura es terriblemente molesta y el mero zumbido de una de ellas ya nos pone en alerta. Sin embargo, cumplen una función fundamental para la supervivencia de todo ecosistema. De hecho, imaginar un mundo sin abejas es imaginar una sociedad distópica nada deseable. Según la Royal Geographical Society de Londres – institución británica dedicada a la ciencia geográfica -, no hay en todo el planeta una especie más importante que la abeja.
Otros insectos que llevan a cabo la labor de polinizar son las avispas, las mariposas, las hormigas o los mosquitos. Estos insectos acuden a las flores para alimentarse del néctar. Al hacerlo, entran en contacto con el polen de los estambres y un parte de esta sustancia acaba sobre el cuerpo de los insectos. Al acercarse a otro flor, llevan consigo ese polen y así hacen posible el proceso de polinización.
>>> El 84% de los cultivos europeos depende de la polinización por insectos
La polinización es un paso extremadamente necesario en la cadena alimenticia. Prueba de ello es que el 84% de los cultivos europeos depende de la polinización por insectos. Por eso, es normal que la comunidad científica muestre preocupación por la reducción del número de poblaciones de insectos polinizadores que desde hace años se viene produciendo. El objetivo del proyecto europeo LIFE PollinAction es precisamente frenar ese declive.
El proyecto, con una duración de 4 años, dispone de 3.293.690 de euros de presupuesto financiado por la Unión Europea. En él, participa el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) junto a otras nueve entidades italianas.
Mientras que en Italia evaluarán zonas urbanas, entornos de autopistas, agricultura intensiva y como producto la calidad de la leche de vaca, en España se centrarán en zonas marginales y franjas protectoras de las localidades de Ejea de los Caballeros en Zaragoza y de Cantavieja en Teruel. Como producto se evaluará la puesta en valor de la calidad de la miel de Aragón. Para lograr este objetivo, el proyecto prevé tres tipos de acciones complementarias dirigidas tanto a la restauración del hábitat, a la implementación de políticas y finalmente a la valorización de productos locales en zonas marginales como en el caso de la miel para incentivar la competitividad del sector.
El proyecto va dirigido a convertir cultivos herbáceos y áreas marginales rurales o urbanas en hábitats clave para polinizadores (por ejemplo, pastizales ricos en especies); mejorar los pastizales pobres con especies existentes; impulsar la heterogeneidad y conectividad rural o urbana mediante la creación de escalones y corredores lineales (setos y franjas florales o márgenes de campo) ; mejorar la heterogeneidad del paisaje y la conectividad a lo largo de las infraestructuras viales y las orillas de los ríos.
Para lograr la sostenibilidad a largo plazo e integrar el enfoque de infraestructura verde dentro de las políticas y la práctica, se llevarán a cabo acciones concretas. Entre ellas, se encuentra el diseño de procesos de economía circular y soluciones cercanas al mercado para mejorar la competitividad de los agricultores.