2020 no solo fue el año del coronavirus, también fue el de la ficción española. Coincidieron en una misma temporada estrenos como Patria, 30 monedas o Antidisturbios. Todas y cada una de ellas iban acompañadas de titulares que las alzaban a la categoría de “mejor serie española de la historia”. Elemento de marketing o cuestión subjetiva, lo que está claro es que el pasado año significó la consolidación de la ficción nacional.
¿Cómo hemos llegado aquí?
Este logro no es flor de un día, sino que se sustenta sobre años de trabajo y también sobre un cambio en la percepción del público ante este tipo de productos. La ficción española siempre ha gozado de una gran popularidad y de unas altas cuotas de audiencia, pero no contaba con el prestigio y la fama de series que nos llegaban desde el otro lado del atlántico.
Algunas de las razones que explican este desprestigio de antaño son la duración de los capítulos o las malas franjas horarias en las que se encontraban, así como la limitación temática. Esto respondía a una lógica de competencia entre las cadenas en un momento en el que prácticamente contaban con el monopolio de emisión.
En la pasada década esta situación fue cambiando. Por un lado, la explosión de las plataformas de Streaming ofrecieron una nueva forma de consumo para los espectadores, que pasaron de ser pasivos a activos. Comenzaba así la era en la que podíamos elegir cómo y dónde veíamos lo que queríamos. Esto vino acompañado también con un mayor prestigio de las series, que pasaron de ser consideradas baja cultura a mirarse de tú a tú con grandes producciones de Hollywood. Esto propició que grandes directores de cine, así como guionistas y actores decidieran embarcarse en proyectos que anteriormente habrían descartado con los ojos cerrados.
El proceso de adaptación español
Este proceso gradual también ha ido llegando a España y es lo que ha posibilitado la explosión que hoy celebramos. La entrada de plataformas de streaming en el país ha permitido que la audiencia potencial crezca exponencialmente, por lo que se realizan proyectos más ambiciosos. Además las televisiones han debido adaptarse, reduciendo la duración de los capítulos e incluso lanzando sus propias plataformas de Streaming en las que hasta estrenan las ficciones antes que en la televisión. Esto ocurrió con Veneno, que se estrenó antes en Atresplayer que en Antena 3.
Remarcable es el caso de Movistar que supo ver antes que nadie este cambio y comenzó a ofrecer productos con estas características antes que sus principales competidoras. Algo que la ha consolidado en el sector. Esto también ha venido acompañado con grandes campañas publicitarias similares a las que se realizan en el cine y que son claves para la consolidación de estos productos en el imaginario colectivo.
El público por su parte ha reaccionado de forma positiva a este cambio comenzado a valorar a las series españolas como se merecen. Lo que ha propiciado la entrada en estos proyectos de grandes directores como Álex de la Iglesia con 30 monedas (HBO) o Rodrigo Sorogoyen con Antidisturbios (Movistar +).
El caso FILMIN
Las plataformas de streaming por lo tanto han jugado un papel esencial. Han revolucionado el panorama industrial y de consumo a nivel mundial, algo que ha traído cosas buenas y malas. Los hechos positivos ya los hemos enumerado de sobra. Entre los negativos destaca el cambio del consumo del público, que lastra de forma significativa la subsistencia de los cines tradicionales. También es preocupante el excesivo poder con el que cuentan, ya que se reparten el mercado entre 4 o 5 empresas transnacionales.
Sin embargo, frente a este “oligopolio” que se ha desarrollado en los últimos años debemos destacar el caso de FILMIN. Se trata de una plataforma de Streaming nacional destinada a un target mucho menos generalista y que ha sabido competir con gigantes como Netflix, Prime Video o HBO. Apuesta por cine de autor y series europeas, lo que la convierte en el lugar favorito para cinéfilos y nostálgicos. Además, recientemente Jaume Ripoll, cofundador y director editorial de la plataforma, ha anunciado el estreno de su primera serie.
En definitiva, nos encontramos en un momento en el que la ficción a nivel nacional cuenta con muy buena salud. Esto es así por un cambio drástico en el panorama industrial y televisivo español, así como en el consumo por parte de los espectadores. Esta nueva situación ha venido para quedarse, tanto si estamos a favor o en contra, por lo que disfrutemos de los grandes estrenos que este periodo nos está brindando.