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¿Qué es el movimiento slow? Fuente: Imagen de Stock

¿Qué es el movimiento slow?

En 2004, el periodista y escritor Carl Honoré publicó el influyente ensayo «Elogio de la
Lentitud» (RBA), que se convirtió en un best-seller internacional. A partir de este libro,
surgió una revolución imparable: el movimiento «slow». Millones de personas en todo
el mundo se han unido a la búsqueda de la serenidad y un ritmo más pausado como
respuesta al desafío que representa la cultura de la prisa y las nuevas tecnologías.

Según Carl Honoré, «Nadie nos obliga a dedicar 4 horas diarias al móvil; tenemos la
opción de usar ese tiempo para dar sentido a nuestra vida.» Esta visión marca el inicio
de una revolución moderna respaldada en la filosofía de la lentitud, que se presenta
como una poderosa herramienta para que las personas descubran la energía y la
eficiencia necesarias en su vida cotidiana.

«Elogio de la Lentitud» es una exploración exhaustiva de los movimientos que
promueven la lentitud, y estos están ganando terreno en oficinas, fábricas, barrios,
hospitales, salas de conciertos, gimnasios y escuelas. Este manifiesto nos invita a
replantear nuestra relación con el tiempo y nos recuerda que es posible vivir con más
serenidad.

El núcleo del movimiento

El corazón del movimiento slow radica en la idea de realizar las cosas a la velocidad
adecuada según la circunstancia y el momento, en sintonía con lo que los músicos llaman «il tempo giusto», el tiempo adecuado, que implica la sincronización perfecta
con cada momento de la pieza.

El movimiento slow representa la creación de un espacio para la reflexión personal, un
descubrimiento en el momento presente, aquí y ahora, y un mayor nivel de conciencia.
Esta filosofía de vida propone una auténtica «revolución social», donde alcanzar un
nivel significativo de conciencia se convierte en un pilar fundamental.

La filosofía slow

La filosofía slow life trasciende la mera velocidad y se transforma en un estado de
ánimo
y un cambio de mentalidad. Su esencia consiste en abordar cada momento con el
objetivo de realizar las tareas de la mejor manera posible en lugar de la más rápida.
Promueve la idea fundamental de hacer las cosas bien en lugar de hacerlas
apresuradamente. La simplicidad de esta idea es lo que la hace tan transformadora, con
la capacidad de cambiar absolutamente todo en nuestra vida.

Las prioridades han cambiado en las nuevas generaciones y eso es un indicio de que la
filosofía slow está calando muy hondo. Cada vez se escuchan más frases como: «esto no
tiene sentido», «esta manera de vivir está minando, no sólo mi bienestar y mi felicidad,
sino también mi productividad».

Carl Honoré propone un primer paso para adoptar esta filosofía: «Forjar una versión
más saludable de nuestro uso del tiempo». Todos tenemos la opción de reducir las horas dedicadas a las banalidades de las redes sociales y emplear ese tiempo en actividades más lentas, nutritivas y humanas.

La filosofía slow life puede encontrarse en todos los aspectos de la vida, desde la
alimentación (slow food) hasta la «educación lenta», el «liderazgo lento» y el slow travel.
Se trata de una noción que es universalmente aplicable en todos los momentos de la
vida.
El movimiento slow es una respuesta al mundo acelerado en el que vivimos. Nos invita
a redescubrir la importancia de la serenidad, la reflexión y la realización de tareas de
manera consciente. Es un recordatorio de que podemos vivir con más tranquilidad y
significado.

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