Seguro que en tu ciudad has visto un jardín vertical y, probablemente, te haya llamado la atención. En Madrid, uno de los más famosos es el que se encuentra en el Caixa Forum. Fue el primero que se instaló en España y es el más grande del mundo. Pero ¿sabes qué nos aportan los jardines verticales?
Beneficios de tener un jardín vertical en tu casa o tu edificio
Este tipo de jardines tienen múltiples beneficios para la salud y el medio ambiente, pues integran la naturaleza en la vida urbana. Te contamos los más destacados:
- Mejora la calidad del aire: ya que absorben el dióxido de carbono y emiten oxígeno, ayudan a reducir la contaminación. Además, son capaces de filtrar componentes químicos presentes en el aire.
- Reducción de la temperatura ambiente: las superficies de los edificios, el asfalto y las aceras retienen el calor. La presencia de vegetación ayuda a mitigarlo y, en el caso de los jardines verticales, funciona como aislante térmico del edificio.
- Aumenta la biodiversidad urbana: los jardines verticales pueden ser hábitat para abejas y mariposas, importantes polinizadores.
- Tiene beneficios psicológicos y emocionales: un estudio de ISGlobal ha probado la relación entre naturaleza y trastornos como la ansiedad y la depresión. Los espacios verdes son un refugio tranquilo que solo con su presencia ayudan a reducir el estrés, mejoran el estado anímico y aumentan la concentración.
- Mejora la estética urbana: la vegetación aporta color a los edificios y puede ser un valor añadido para la propiedad, e incluso, un aliciente para el turismo en la ciudad.
¿Cómo hacer un jardín vertical casero?
Seguro que después de conocer lo que nos aportan los jardines verticales te han entrado ganas de tener el tuyo propio. A continuación, te damos los pasos básicos para hacer un jardín vertical casero y hacer de tu vivienda un lugar más sostenible.
Lo primero es decidir cuál será el diseño de tu jardín vertical. Decide qué plantas quieres incluir, el tamaño y la forma del jardín, y dónde lo colocarás en tu hogar.
Después, prepara la estructura. Corta un tablero de madera con la medida que desees. Clava en la parte trasera una malla de jardín o tela geotextil, para mantener el sustrato y las plantas fijas.
A continuación, llena cada maceta con sustrato y coloca la planta o las semillas en cada una. Para ello debes asegurarte de dedicar el espacio suficiente a cada planta para que crezcan adecuadamente.
Por último, deberás colocar las macetas en la malla que pusiste previamente en la madera, asegurándote de que queden bien sujetas. Una vez estén todas colocadas, atornilla un gancho en la parte superior de la madera para poder colgarlo. Asegúrate de que tu jardín reciba la suficiente luz natural y riega las plantas cuando sea necesario.
¡Listo! Ya puedes presumir de tu jardín vertical.
Andrea López