Las Islas Galápagos son un ecosistema distinto al resto de ecosistemas que podemos encontrar a lo largo de todo el globo terráqueo. Su exclusividad se debe a una serie de fortuitas condiciones que se llevan dando desde hace milenios y que condicionaron la vida de las especies que la pueblan. Gracias a esto, las Galápagos son un entorno de naturaleza pura y de vital importancia para la ciencia.
Cuando Charles Darwin se enroló en el HMS Beagle en 1831 con la intención de estudiar el reino animal, para nada se podía imaginar que acabaría por cambiar el paradigma en el que vivía la sociedad del momento. Su importante descubrimiento se basó en la observación de las especies autóctonas. Eran parecidas a las que ya había conocido en el continente. Pero contaban con una serie de diferencias fundamentales. Su fisionomía y su comportamiento estaban condicionados por el entorno.
Este hecho suscitó la teoría del origen de las especies y la selección natural. El mundo entero giró su atención hacia las pequeñas Islas Galápagos, en el océano pacífico, mientras los arraigados cimientos del conocimiento se tambaleaban al entender que el hombre desciende del mono.
De nuevo, hoy nuestros ojos se vuelven hacia ese santuario de la naturaleza. Y hoy contemplamos el principio de una crisis. Ese lugar está en peligro. Sus pobladores y su fauna y flora podrían llegar a desaparecer. Pero aún estamos a tiempo. Las Galápagos lanza la campaña Salvemos las Islas Galápagos para llamar la atención del mundo. Esta vez rogando su ayuda.
El turismo en las Islas Galápagos
Las Galápagos reciben más de 200.000 visitas de turistas cada año. Esta es, o era, la principal fuente de ingresos para los 33.000 habitantes de la isla. Como a casi todos los emplazamientos turísticos, la pandemia ocasionada por el coronavirus les ha pasado factura.
“Un 85% de nuestra actividad económica depende enteramente del turismo. En 2019 recibimos 275.000 turistas y este año, el 2020, la afluencia ha disminuido un 75%”.
Norman Wray, presidente del Consejo de Gobierno de Galápagos
Aunque las cifras aumentan poco a poco, la antigua normalidad está lejos de volver a producirse.
Es esencial que se recupere la actividad económica de manera sostenible medioambiental y socialmente hablando. Para ello, los dirigentes de Ecuador y de las Naciones Unidas insisten en que se refuerce la comunidad que vive en las Galápagos.
La iniciativa “Salvemos las Islas Galápagos: empoderar a su gente” invita a curiosos y amantes de las Galápagos de alrededor de todo el mundo a que colaboren. A través de micromecenazgos colaborativos se tratará de volver a insuflar vida a proyectos y empleos que fomenten el desarrollo sostenible en las islas. Solo así confían en salvar la primera línea de defensa contra la contaminación, el cambio climático y la consecuente destrucción de hábitats que esto implica.
Un proyecto por la naturaleza
La primera fase comprende el apoyo de emergencia al tejido social. Es necesario crear un tejido comunitario que no dependa enteramente del sector del turismo.
La segunda fase consiste en el pago por captación. Se compensará económicamente a la población autóctona cuando se formen y desarrollen en sostenibilidad.
En la tercera y última fase se aplicará la mejora y creación de negocios con un carácter sostenible y así fortalecer las capacidades empresariales de las Galápagos.
Una parte de todos esos ingresos que se consigan serán destinados a la limpieza costera. Gran parte de la basura que llega hasta las costas de las Islas Galápagos está compuesta de residuos plásticos. Las corrientes oceánicas la llevan hasta allí desde todo el mundo. El efecto del plástico es devastador para los ecosistemas. Al descomponerse en microfibras, envenena la flora y fauna marina. A su vez y debido a la cadena alimenticia, el veneno pasa a la flora y fauna terrestre.
Hasta 2019 se habían recogido 20 toneladas de plástico de las Galápagos. El objetivo ahora es maximizar el resultado minimizando el coste. Y, según el Frente Insular y su presidente Alberto Andrade, «la forma de hacerlo es involucrar a la comunidad«, incluso al mundo entero. Se necesitan muchas manos para salvaguardar el laboratorio vivo de biodiversidad más grande del mundo.
Salvemos las Islas Galápagos espera recaudar 100.000 dólares. El objetivo es salvaguardar la pureza de nuestra naturaleza y ayudar a superar la crisis a una comunidades que depende de un sector tan dañado como el turismo. Todos debemos arrimar el hombro. Entre todos podemos salvar las Islas Galápagos.