El medio ambiente y su biodiversidad son base para nuestra sociedad, y parece que el colectivo de habitantes de España y Portugal lo tiene claro. Particularmente, nos preocupa su fauna. Así, el 62% de la población española y el 87% de la población portuguesa considera que cometer un delito ambiental es injustificable.
El estudio, que ha sido realizado por SEO/Birdlife conjuntamente con la Sociedade Portuguesa para o Estudo das Aves (SPEA), señala que la delincuencia contra los hábitats y la flora y la fauna del mundo nos preocupa, pero sobre todo cuando se trata de especies conocidas y de incendios intencionados.
>>El 100% de la población reconoce “la gravedad de matar un lince pero no otras especies igualmente amenazadas como algunas serpientes, mariposas o lagartijas”.
Esto coincide, sin duda, con el tratamiento que hacen los medios de comunicación y la educación ambiental recibida desde muy jóvenes. Es decir, nos aporta una pista sobre cómo la educación de la sociedad, el conocimiento y la información acerca de la importancia de todos los seres vivos y ecosistemas pueden conllevar un cambio en la percepción y, por lo tanto, en la acción para conservar el medio ambiente.
Más de 350 referencias de publicaciones científicas e informes técnicos fueron necesarias para esta investigación. Asimismo, se realizaron encuestas a 1.300 personas y se consultó a más de 50 personas expertas en la investigación de estos delitos.
El estudio ilumina asimismo acerca de las intenciones de los delincuentes y las causas para infringir la ley. El estudio señala que la mayoría de los delitos ambientales “son cometidos por hombres y entre las motivaciones están: las económicas, de creencias, de tradiciones, por disconformidad con las normas o de apoyo a conflictos armados”. Afortunadamente, el 90% de españoles y portugueses consideran estos actos tan graves como otros delitos.