Hace tan solo unos meses apenas se contemplaba la idea de instalarse en un pueblo para recuperarse de una mala racha laboral o económica. Pero a raíz del confinamiento la mentalidad de muchas personas está cambiando. La nueva normalidad ha traído consigo un nuevo modo de vida que ha provocado, de manera colateral, que la sociedad valore más la libertad, la tranquilidad y el aire limpio y sin contaminación. Y los pueblos, que llevan años luchando y trabajando para impedir su propia despoblación, son la solución idónea.
De los 8.131 municipios que forman España, 7.372 tienen menos de 10.000 habitantes. En ellos tan sólo vive el 20,1% de la población española, un total de 47 millones de habitantes. Por el contrario, según el Instituto Nacional de Estadística, el 79,9% de los españoles viven en el 10% de los municipios del país. Las cifras hablan por sí solas y las conclusiones son claras: los pueblos más pequeños se están vaciando a un ritmo imparable. Y muchos de ellos ven su final cada vez más cerca.
Al rescate de la España vaciada, y sus duras consecuencias para los pueblos más pequeños y remotos, apareció la web Vente a vivir a un pueblo. Se trata de un portal que persigue el objetivo de ayudar a todas las personas que estén pensando cambiar el bullicio y las oportunidades de la gran ciudad, por la tranquilidad y libertad del medio rural. De momento, sólo hay 23 pueblos en su base de datos, aunque el objetivo, obviamente, es que sean muchos más.
Una consecuencia de la crisis sanitaria
Aquellas personas que optan por el modo de vida rural y dejan atrás las grandes ciudades pueden llegar a ahorrarse hasta el 80% de sus gastos habituales. Así lo explica el director de Vente a vivir a un pueblo, Rafael Pradera, en unas declaraciones recogidas por ElPlural.com. Claros ejemplos son el precio medio de alquiler, que en estos entornos rurales ronda los 200 euros al mes, y la compra de una vivienda, que oscila entre 20.000 y 50.000 euros.
La iniciativa Vente a vivir a un pueblo surgió con el inicio del extraño verano de 2020, en plena pandemia por el coronavirus. Lo hizo con un objetivo tan claro como específico: ayudar a los urbanitas a encontrar el pueblo que buscan, según sus propias necesidades. Como plataforma online, tiene un funcionamiento muy similar a las webs más populares de alquiler de pisos. En ella se utiliza como herramienta imprescindible la ubicación, y además se aplican ciertos filtros para acceder al listado de pueblos que cumplen dichos requisitos.
El sencillo sistema funciona así: el usuario interesado en utilizar este servicio, al acceder a su web, debe hacer clic en «elige un pueblo a tu gusto». Con este simple gesto se pondrá a su disposición un mapa de España con todos los pueblos registrados en la web. Para elegir el municipio perfecto existen diferentes filtros como la distancia a una ciudad, la conectividad, la conexión de autobús, tren y avión, las ayudas o subvenciones, o los equipamientos sanitarios, educativos y deportivos.
Oferta y demanda de pequeños pueblos
Cada pueblo cuenta, además, con una vídeoficha con sus características más destacadas. Para que la gente pueda elegir su pueblo ideal es necesario que la base de datos crezca, y este es uno de los principales propósitos de sus creadores: incluir 10 pueblos nuevos cada mes. Con su innovadora fórmula, tal y como afirman ellos mismos, ayudarán “a los urbanitas a elegir a qué pueblo merece la pena ir a vivir, cómo y por qué.»
Pero la tarea de Vente a vivir a un pueblo no termina aquí. Otra parte imprescindible del proyecto es la posibilidad de registrar un pueblo. En la pantalla de inicio, aparte de la opción citada de elegir un municipio, también se puede hacer clic en «soy un pueblo o administración pública». De esta manera, cualquier usuario se puede poner en contacto con la web para que su pueblo pase a formar parte de su base de datos. Y así, que los interesados puedan conocerlo para mudarse a sus calles.
Hace unos meses parecía impensable que la pandemia y su consecuente crisis sanitaria pudieran hacer disminuir el éxodo rural. Hace unos meses tan solo se contemplaba la idea de ir a un pueblo como escapada de fin de semana o puente. Pero ahora todo eso ha cambiado y la idea de vivir en estos lugares cobra más fuerza a cada momento, para suerte de la España vaciada.
Diego Lobera Teresa es periodista, guionista y en proceso de muchas otras cosas. Me apasionan las historias: verlas, leerlas y, sobre todo, contarlas. Comprometido con la igualdad y siempre dispuesto a culturizarme. Crítico, curioso y preocupado a tiempo completo. No lo puedo evitar.