El coronavirus ha hecho que cierren colegios y bibliotecas públicas por todo el mundo. Una bibliotecaria en Virginia (EEUU) ideó una curiosa forma de seguir acercando la lectura a los más pequeños: los drones entregarían los libros puerta por puerta.
Kelly Passek, la bibliotecaria de un centro educativo cuenta con un dron a su disposición. Hasta ahora, la máquina ha estado haciendo entregas de comidas y productos para el hogar. Con la llegada de la pandemia, Kelly tardó poco en pensar que esa tecnología podría ser muy beneficiosa para los niños de su barrio que se habían quedado sin colegio.
«Creo que a los niños les va a emocionar saber que son los primeros en todo el mundo en recibir un libro de una biblioteca mediante un servicio de entrega por dron», cuenta Kelly en una entrevista para el diario estadounidense The Washington Post.
La tecnología dron está en auge y cada vez se utiliza par realizar más servicios. La cadena de comida rápida Domino comenzó unas pruebas en 2016 para entregar sus pizzas con drones en un pueblo de Nueva Zelanda.
Lo que destaca de forma especial del suceso de Virginia es que su fin va más allá de lo comercial, es cultural y educativo: extender el conocimiento facilitando el acceso a recursos educativos. De esta forma, los niños y niñas podrán disfrutar de un sinfín de lecturas hasta que en otoño puedan regresar a las aulas.
