ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, ha desarrollado un Sistema de Vigilancia Epidemiológica Comunitaria. Gracias a él, varias redes comunitarias de personas refugiadas en Ecuador están ayudando a frenar la COVID.
Este sistema es muy útil para la detección temprana y para la posibilidad de un tratamiento eficaz de casos de coronavirus. Desde su puesta en marcha, ya se ha informado de más de 250 casos que requieren seguimiento. Así han facilitado la tarea a las autoridades sanitarias de Ecuador.
Aunque Ecuador ofrece acceso a la sanidad pública a todas las personas, sin hacer ningún tipo de discriminación por nacionalidad o lugar de residencia, lo cierto es que la asistencia no siempre puede ser inmediata. Algunas comunidades de refugiados se encuentran en zonas apartadas y ahí los servicios son limitados. Muchos otros refugiados tienen miedo de avisar a los sanitarios porque piensan que podrían ser multados por su situación de irregularidad. Esta medida ideada por la ONU ayuda a esas personas que podrían desconocer sus derechos.
La estrategia de ACNUR está impulsada for diferentes organizaciones y socios que suman su labor a la del Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Gobiern. La vigilancia de la Agencia de las Naciones Unidas está controlada por 6 grupos comunitarios dirigidos por refugiados y migrantes formados por el organismo internacional.
>>> Poco más de 500 corresponden a refugiados y migrantes
Asimismo, ACNUR junto a decenas de organizaciones humanitarias se dedica a identificar y seguir los casos sospechosos entre las comunidades de refugiados. Esta tarea la llevan a cabo a través de llamadas de teléfono y visitas a los hogares.
Cuando el punto focal de la red comunitaria identifica los casos sospechosos, la información se registra en una base de datos privada en línea y se envía una alerta a los servicios de salud pública para dar seguimiento al caso y proporcionar tratamiento o asesoramiento clínico según proceda
ACNUR
Según datos oficiales, entre los 17 millones de habitantes de Ecuador se han notificado 115.000 casos de COVID-19. De acuerdo con las cifras que facilita la ONU, poco más de 500 corresponden a refugiados y migrantes.