Hay ocasiones en las que de la necesidad se hace virtud. En los últimos años el recrudecimiento de la emergencia climática ha provocado que la ciudadanía sea cada vez más consciente del impacto medioambiental que tienen sus actos individuales. En consecuencia, cada vez se apuesta más por productos sostenibles que sean respetuosos con el planeta. Esta “revolución” ha llegado a todos los ámbitos acompañado, en ocasiones, de una mejora en la calidad de vida. Este es el caso de las mujeres que han decidido pasar a usar la copa menstrual.
La copa existe desde hace varias décadas pero no fue hasta hace apenas unos años cuando su uso se comenzó a popularizar. Existen en el mundo alrededor de 3500 millones de mujeres, las cuales menstrúan una media de 40 años. Todas ellas necesitan usar productos de higiene menstrual, los cuales suelen ser de un solo uso, por lo que su impacto medioambiental es bastante elevado. Como consecuencia, se calcula que 100 mil millones de este tipo de productos se desechan anualmente, en Europa alrededor de 200.000 toneladas.
Motivadas por estos datos surgió en 2016 CYCLO, una empresa española que tiene como objetivo educar sobre cómo vivir una menstruación sostenible y saludable.
Hacia la #RevoluciónSostenible
Como comentábamos anteriormente, la copa menstrual lleva años existiendo pero no ha sido hasta ahora cuando su uso se ha comenzado a popularizar. Según nos explica María Llagunes, Marketing Manager de CYCLO “ Cuando comenzamos en 2016-2017 apenas se conocía (…) costaba un poco que se quisiera hablar de la copa menstrual en los medios, tambíen en las redes sociales”.
De hecho, entonces era bastante complicado encontrar este tipo de productos, ahora, sólo 5 años después, están disponibles en cualquier farmacia y su aparición en los medios o las redes sociales es bastante habitual. No obstante, muchos de esos mitos alrededor de la copa aún perviven, “La desinformación existe. Al final es un producto sobre el que no se habla en la televisión o en los institutos. Es algo que intentamos cambiar pero cuesta mucho, y por eso aún existen muchísimas dudas”. Para intentar combatir estos estigmas, desde CYCLO han puesto en marcha un blog destinado a ilustrar sobre estos productos, así como a desmitificar muchos aspectos de la menstruación.
Ventajas más allá de la sostenibilidad
Además de las razones sostenibles que nos pueden llevar a decantarnos por la copa menstrual, también influyen otros factores como el ahorro o la salud. A diferencia de los tampones, no absorbe todos los fluidos de la vagina, por lo que no causa sequedad, ni dolor ni altera el pH. Además, en el caso del producto de CYCLO, la copa está compuesta por silicona médica y está totalmente libre de productos químicos y tintes, además de ser la única que se fabrica en España. A ello habría que sumar que tiene una vida útil de unos 10 años, por lo que supone un ahorro bastante importante. “Estas serían las 3 razones principales, pero yo no diría que hay una más importante que otra (…) creo que son todas en conjunto las que te llevan a hacer el cambio”
Un producto que triunfa entre las generaciones más jóvenes
Como nos explica María, el público principal de CYCLO se encuentra entre 25 y 35 años “esto es así por diversos factores, principalmente porque suelen ser mujeres que trabajan, con poder adquisitivo e independientes. Además, generalmente con esa edad ya conocen su cuerpo y tienen menos prejuicios a la hora de cambiar”. Esta popularidad también llega a las generaciones más jóvenes, pero el alto precio del producto, muy superior al de una compresa desechable, y el desconocimiento de sus padres en ocasiones limitan su adquisición. “Normalmente deben pedirle la copa a su madre, pero esta al no haberla usado, difícilmente la va a comprar (…) hay una frase muy típica que es Quiero usar la copa, pero mis padres no me dejan«.
El factor económico juega un papel bastante relevante. Pese a que el ahorro es indiscutible, ya que tiene una larga vida útil, su precio en ocasiones limita las posibilidades de acceso. Además, aunque estos productos son de primera necesidad, cuentan con un IVA del 10%. “Todavía no se ha reducido al 4%, que es lo que llevamos reivindicando desde hace bastante tiempo (…) la copa al igual que los tampones tienen un 10% pero hay otros otros , como las compresas de tela, que aún mantiene el 21% porque se consideran productos textiles y no de higiene”. El actual ejecutivo prometió la aplicación del IVA superreducido al ser algo de primera necesidad, pero aún no ha ocurrido.
En definitiva, los productos de higiene menstrual sostenibles como la copa menstrual de CYCLO cuentan con múltiples ventajas. Su implantación en el mercado español sigue su marcha, ya que, además de producir una mejoría en la vida de sus usuarias, ayuda a respetar el medio ambiente.