Jiddu Krishnamurti fue un destacado orador, escritor y filósofo espiritual
indoamericano, que abordó diversos temas como la revolución mental, la naturaleza de
la mente, las relaciones humanas y la meditación para alcanzar cambios positivos tanto
a nivel individual como social.
Vivió desde 1895 hasta 1986 y es considerado una de las figuras filosóficas y
espirituales más grandes del siglo XX. Krishnamurti no profesaba lealtad a ninguna
casta, nacionalidad o religión y no estaba vinculado a ninguna tradición. Su propósito
era liberar incondicionalmente a la humanidad de las limitaciones destructivas de la
mente condicionada.
Autoconocimiento como transformación
Durante casi sesenta años, recorrió el mundo y habló espontáneamente ante grandes
audiencias hasta el final de su vida a la edad de noventa años. En sus charlas, señalaba
la necesidad de que las personas se transformaran a través del autoconocimiento,
siendo conscientes de las sutilezas de sus pensamientos y sentimientos en la vida
cotidiana.
Su principal objetivo era la liberación completa del ser humano y del mundo,
fomentando el desapego de dogmas y posturas políticas radicales. Su enfoque se basaba
en la vida moral, el silencio, la compasión y la desidentificación con el yo, prefiriendo
estos senderos intelectuales sobre los ejercicios físicos, como el karma yoga.
Krishnamurti concebía el yoga no sólo como prácticas corporales, como el tantra o las
alquimias, sino como un camino hacia el autoconocimiento y la autosuficiencia,
enfatizando la importancia de que las personas se comprendieran a sí mismas.
Según este maestro, el yoga va más allá de mantener el cuerpo saludable o activo; su
esencia es la unión. Krishnamurti sostiene que el verdadero yoga es el raja yoga, que
fusiona los tres yogas mencionados en la Bhagavadgita y las enseñanzas de los
Yogasutras de Patanjali. Este sistema, conocido como el yoga de ocho miembros,
destaca la restricción física y moral para purificar la mente y lograr una concentración
unitaria. Influenciado por el «yoga» budista, el raja yoga enfatiza la meditación y la
contemplación, pero también incorpora devoción y acción, guiándonos hacia una vida
disciplinada moralmente.
En última instancia, el yoga está inextricablemente ligado a la búsqueda contemplativa
de la unificación con la naturaleza de la realidad. La paz, serenidad o «espiritualidad» se
manifiestan únicamente cuando la mente está en armonía con la verdad.
Biografía y aportes
Jiddu Krishnamurti nació el 11 de mayo de 1895 en la ciudad de Madanapelle, actual
estado moderno de Andhra Pradesh, al sur de la India colonial. Fue el octavo de once
hermanos, de los cuales solo 6 llegaron a la adultez.
Krishnamurti era un niño sensible y enfermizo. Los que lo conocían afirmaban que
también era “vago y soñador”. De hecho, en su niñez nunca destacó en los estudios y
sus maestros lo consideraban un “discapacitado intelectual”.
En 1929, renunció a todas las religiones e ideologías organizadas, argumentando que
estas limitaban la autoconciencia con sus enseñanzas y rituales prescritos. Llevó su
mensaje a diversas audiencias internacionales, recibiendo apoyo de aquellos que
compartían su perspectiva y estableciendo fundaciones sin fines de lucro en California,
Inglaterra y Madrás.
60 años de apariciones
El cuerpo de trabajo de Krishnamurti es enorme, algunos lo estiman en más de 100
millones de palabras; 60 años de apariciones más o menos ininterrumpidas en todo el
mundo. Sus charlas y diálogos se han compilado y publicado en más de sesenta libros y
se han traducido a muchos idiomas diferentes. Sus libros incluyen «El Fin del Tiempo»,
«Libertad de lo Conocido», «Comentarios sobre la Vida», «Educación y el Significado de
la Vida», «El Despertar de la Inteligencia» y «La Primera y Última Libertad».
A la edad de 90 años dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la conciencia, y
recibió la Medalla de la Paz de la ONU en 1984. Jiddu Krishnamurti falleció el 17 de
febrero de 1986 a causa de un cáncer de páncreas.
Para este gran pensador, el trabajo interior e individual son piezas fundamentales para
lograr la paz y la libertad plena. Su legado perdura a través de la Fundación
Krishnamurti, que opera escuelas, incluida la Oak Grove School, y sigue publicando sus
obras.
«La educación no es la simple adquisición de conocimientos, ni coleccionar y correlacionar
datos, sino ver el significado de la vida como un todo».
