El Acuerdo de París se creó con el objetivo de unir fuerzas internacionalmente para hacer frente al cambio climático. Esta meta ambiental se une a un impacto económico en cada uno de los países gracias a la creación de nuevos empleos. Si se cumplen todos los requisitos del pacto, serían decenas de miles los nuevos puestos de trabajo registrados.
Estos datos se registran en un informe elaborado en más de 50 países. El Acuerdo de París, firmado en abril de 2016 en Nueva York (Estados Unidos), podrá crear más de ocho millones de puestos de trabajo a nivel mundial. Es por ello que el impacto de uno de los acuerdos más importantes de los últimos años no para de crecer.
El Acuerdo de París aumenta su importancia
La cifra no deja de crecer. Así lo explica Johannes Emmerling, economista medioambiental del Instituto Europeo de Economía y Medio Ambiente RFF-CMCC y uno de los autores principales de la investigación. “Actualmente, se calcula que 18 millones de personas trabajan en el sector de la energía, cifra que posiblemente aumentará hasta los 26 millones si alcanzamos nuestros objetivos climáticos globales”, relata el experto.
Esto indica un crecimiento del 50% en los próximos años si se cumplen las metas estipuladas en el pacto. De estos ocho millones que se estipulan, un gran porcentaje puede proceder de la fabricación e instalación de fuentes de energía renovable. Esto ayuda a su vez al fomento de este tipo de energías.
Auge del sector de las renovables
El informe del economista divide el hipotético mercado laboral en tres secciones donde se incrementarán los puestos de trabajo. En primer lugar, y distanciado del resto, el 84% de aumento se dará en el sector de las renovables. Seguido de esto, el 11% de las combustibles fósiles y un 5% de la energía nuclear.
“Mientras que los puestos de trabajo en la extracción de combustibles fósiles, que constituyen el 80% de los actuales, disminuirían rápidamente, estas pérdidas se verían compensadas por el aumento de los puestos de trabajo en la fabricación de energía solar y eólica”, destaca Emmerling sobre el equilibrio que supondría la consecución de este pacto.
La industria manufacturera tendrá sus beneficios. Sobre todo, en aquellas zonas donde ha comenzado un mayor proceso de descarbonización. Los autores del informe hablan sobre este acontecimiento. “En muchos casos, los trabajadores del sector de los combustibles fósiles también tienen influencia política debido a su historial y a las altas tasas de sindicalización”, explican.
“Esto se debe, entre otras cosas, a que a medida que avanzamos hacia fuentes de baja emisión de carbono, es importante contar con un plan para la aceptabilidad general de las políticas climáticas”, terminan de relatar los responsables de la investigación sobre el Acuerdo de París.