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Propiedades preparadas para la nueva normalidad del futuro

Hay una razón por lo que tener esperanza y ser optimistas, a pesar de que el COVID-19 es, probablemente, una de las crisis sanitarias más graves de la historia.

Puede que las economías estén tambaleándose y las empresas preparándose para los tiempos difíciles, pero existen también oportunidades que pueden aprovecharse, nuevas ventanas que se abren para elevar el listón y estar a la altura de los desafíos que presenta esta pandemia.

Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del World Economic Forum (WEF), dijo en una declaración la pasada semana que mientras “la crisis del COVID-19 está afectando todas las facetas de la vida de las personas, en todos los puntos del globo, la tragedia no tiene por qué ser su único legado”. Al contrario, Schwab afirma que esta pandemia representa una oportunidad para la reflexión, rediseño y reinicio de nuestro mundo, para crear una más sano, igualitario y próspero.

Los gobiernos y empresas pueden, por lo tanto, usar esta ocasión para buscar e implementar medidas, iniciativas y programas que ofrezcan una forma mejor de hacer las cosas, un medio ambiente más sano y una oportunidad para una mejor calidad de vida. Si hay algo que ha demostrado esta pandemia, es que aún podemos hacerlo: podemos abandonar antiguos hábitos, y las personas pueden adaptarse a cambios drásticos. 

Ambientes Seguros

En el mercado inmobiliario, por ejemplo, el énfasis ha cambiado hacia la construcción de ambientes más seguros, espacios adecuados para la salud. Mientras que la mayor parte de estas características se ofrecían como cualidades premium en un proyecto, hoy en día son necesidades: el nuevo punto de referencia y estándar mínimo para el comprador. 

Proyecto Ortigas Land

Existe, por tanto, una necesidad de reflexión ante las realidades cambiantes, para redisñear y reimaginar espacios que puedan adaptarse a la “Nueva Normalidad”, y reinicien los estándares previos para satisfacer las nuevas necesidades del mercado actual.

Por ejemplo, la amenaza continua del contagio de COVID-19 ha subrayado la necesidad de tener casas, oficinas, y edificios más seguros, que puedan permitirse luz natural y ventilación; de tener implantados protocolos más efectivos que aseguren la seguridad, salud y bienestar de todas; y de hacer desinfecciones de forma regular, que vayan más allá de lo que acostumbra la mayoría.

A prueba de futuro

En Filipinas, hay promotores inmobiliarios que han sido proactivos en este sentido, creando residencias, oficinas y espacios comerciales y áreas industriales que ofrecen una serie de características que van más allá de lo que se necesitó en el momento de su inauguración. Instalaciones que incluyen, por ejemplo, desarrollo urbano de “uso mixto”, que pueden responder a las necesidades de los compradores, inversores y clientes en la nueva normalidad. 

Uno de estos complejos es Ortigas Land, que cuenta con espacios comunes que permiten la distancia social de seguridad, al mismo tiempo que mejora el bienestar de sus residentes. Lo hace con servicios que alentan a las personas a mantenerse en forma, mientras el diseño biofílico le permite comunicarse con la naturaleza y, en el proceso, reducir niveles de estrés, aumentar la función cognitiva y mejorar el estado de ánimo y la creatividad.

Ortigas Land Project.

Las funciones inteligentes o “smart” de esta torre residencial también se adaptan a la creciente preferencia por la tecnología contact-less.

Además, al crear comunidades a poca distancia de centros comerciales, permite que los residentes puedan abastecerse de bienes esenciales sin tener que salir de su comunidad auto-suficiente.

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