El campo está heredando una nueva generación de trabajadores muy distinta a sus predecesoras. Estos son los Agromillennials, jóvenes con una formación académica más elevada que la media de su generación y nuevas ideas.
Según un reciente estudio de investigación presentado por juventudes Agrarias de COAG y la ETSIAM de la Universidad de Córdoba, bajo el título: « Agromillennials. Perfil de los nuevos agricultores/as y ganaderos/as del siglo XXI», 4 de cada 10 jóvenes que se unen al sector agrario tiene titulación universitaria y el 65%, como mínimo, es bachiller o FP superior.
Este dato disminuye al 48,7 % cuando solo hablamos de jóvenes españoles, según el último informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
Sobre los principales elementos que pueden condicionar su permanencia en la actividad agraria, apuntan al precio de sus productos en el mercado, el aumento del coste de las materias primas, el poco apoyo institucional al campo, el cambio climático y la falta de innovaciones o de nuevas tecnologías para incorporar a su explotación.
Es un clamor colectivo en el terreno Agromillennials, la necesidad de propiciar foros y jornadas divulgativas para dar a conocer todas las oportunidades en torno al sector agrario.
Del mismo modo, dentro de esta generación existe una mayor valoración de las implicaciones sociales derivadas de la agricultura en cuanto a la lucha contra la pobreza y el despoblamiento rural, la protección del medioambiente y la importancia del paisaje y la biodiversidad.
El campo lanza un grito de socorro
El relevo generacional en el campo es indiscutiblemente necesario. España necesita un mínimo de 200 mil nuevos agricultores para poder pasar el testigo a las próximas generaciones, durante la siguiente década.
En el presente, 6 de cada 10 agricultores entrarán en edad de jubilación. La cifra de mayores de 64 años que trabajan en el campo asciende a 355 titulares, un 40 por ciento de la totalidad.
Por el contrario, los Agromillennials son titulares de 27 mil explotaciones agrarias, lo que corresponde a tan sólo el 3 por ciento del total.
Desde el sector joven, apoyan y defienden las medidas verdes establecidas por la Unión Europea. Sin embargo, son enfáticos en solicitar que las mismas no compitan con las ayudas institucionales necesarias para impulsar y modernizar el sector agrícola y así garantizar su participación a largo plazo.
La producción de alimentos sanos y de calidad, la diversidad gastronómica, la convivencia armoniosa con la naturaleza, la protección del paisaje, el fomento de la herencia cultural, histórica y artística, junto al cambio generacional para dar la bienvenida al campo a los #Agromillennials, sólo será posible si mantenemos al medio rural vivo.
De ello dependerá el futuro de la agricultura.
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