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Una historia de cine feminista

El cine es cine. Tiene un poder inimaginable. Desde sus contenidos, se puede crear cultura, se pueden modificar tendencias y trascencer prejuicios. Siempre ha existido cine en femenino, y queremos decir con esto, que los personajes y los argumentos mostrados eran mujeres o estaban relacionados con la feminidad. Tenemos que aceptar que muchos de los cánones usados en la historia no fueron precisamente feministas. Es ahora, después de muchos esfuerzos, cuando los viejos cimientos del cine masculino están empezando a desmoronarse. Asistimos a una nueva ola de cine feminista.

Desde escándalos que han condenado a los perpetradores, hasta mujeres de alcance global dando voz a quien no la tiene. El cine se ha vuelto consciente del problema. Más allá de la simple moda o la tendencia, el cine se esfuerza por dar a entender que las posturas retrógradas y abusivas de ciertos hombres de la industria y de fuera de ella tienen que ser erradicadas cuanto antes.

La mujer en apuros

El cine ha cumplido una función determinada en nuestra sociedad casi desde el momento de su descubrimiento. Concretamente desde que el invento pasó de manos de científicos a artistas. Por supuesto, científicos hombres y artistas hombres.

Mucho tiempo más tarde, ya con el cine sonoro desarrollado, ya con la industria asentada en los Estados Unidos y ya con el star system fundamentado el cine traspasó fronteras. Fue en ese momento cuando sus historias calaron los corazones y las almas de la gente alrededor del mundo. Las grandes mentes se dieron cuenta de que el cine tenía un poder inimaginable hasta la fecha. Un poder para crear conciencia, para crear cultura y promover unos arquetipos determinados frente a los demás.

Las majors se pusieron manos a la obra. Cada guionista, cada estrella, cada técnico y cada proyeccionista, aunque no lo supieran y aunque no lo quisieran, estaban contribuyendo a expandir el ideal americano alrededor del mundo. El sueño americano, el galán, la mujer en apuros, el villano, etc. Conceptos que penetraron mucho en la cultura occidental.

La mujer en apuros es un arquetipo instaurado en nuestra conciencia. La mujer que necesita ayuda porque no se vale por sí misma para superar cualquier tarea. Es el hombre fornido, atento y galán quien va a ayudarla a superarlo. Esto se ha acabado. Tanto el arquetipo del hombre salvador como el de la mujer salvada desaparecen.

Feminismo en la industria

Un dato representativo que muestra cómo ha estado el panorama de la igualdad de género en el cine español es el de los premiados y premiadas por la Academia de nuestro país. En las 40 ediciones de los Premios Nacionales de Cinematografía solo 5 mujeres que no fueron actrices han recibido el galardón. Fueron Ivonne Blake como diseñadora de vestuario (2012), Lola Salvador como guionista (2014), Esther García como productora y directora de producción (2018), Josefina García como guionista y directora de cine y TV (2019) e Isabel Coixet como directora de cine (2020).

En 2018 Cate Blanchet y Agnès Varda dieron un discurso en el marco del Festival de Cannes donde reclamaron que “las instituciones activen políticas de igualdad y salvaguarden los ambientes laborales”, demandaron “que se cumplan las leyes de paridad salarial” y exigieron “un mundo laboral que nos permita a todas colaborar delante y detrás de las cámaras codo con codo con nuestros colegas masculinos”, porque “los peldaños de nuestra industria deben ser accesibles para todos”.

De hecho, fue el movimiento 50/50 by 20/20 quien promovió la reivindicación. Se trata de un movimiento de cine feminista que ya estaba en marcha y que aboga por lograr la equidad en las esferas de poder, la diversidad en los contenidos y la oportunidad de trabajar en un ambiente igualitario e inclusivo antes de que acabe 2020.

Los datos no son muy esperanzadores y revelan que aún queda mucho camino por recorrer. Sin embargo, y como hemos mencionado, la tendencia es prometedora ya que la industria se posiciona a favor del cambio.

Contenidos conscientes del género

No me gustaría dejar pasar la oportunidad de hacer mención a tres películas que he visto recientemente y que son plenamente conscientes de su género. Mujeres que trascienden a los roles tradicionales, que se empoderan, que denuncian la brecha de la desigualdad y que son conscientes de su condición de mujer de la injusticia del mundo en el que viven. No más mujeres en apuros.

Little Women (Mujercitas): el clásico revisado por Greta Gerwig se introduce profundamente en las almas de las hermanas March para descubrir sus necesidades y sus deseos, pero sobre todo, sus ambiciones. La directora explora el alma de las mujercitas que eran consideradas algo que amar y que cuidar. No un ser humano con todas sus pasiones, dolores, deseos y necesidades.

Bombshell (El escándalo): uno de los brazos del movimiento MeToo que llegó a tocar a la familia Murdoch. La película narra la historia de 3 mujeres implicadas en el escándalo de abusos sexuales que hizo que el director de Fox News, Roger Ailes, fuera despedido. Asistimos al momento en el que la denuncia nace, está a punto de morir y acaba revitalizándose con el apoyo de las muchas mujeres implicadas.

Charlize Theron, Nicole Kidman y Margot Robbie en Bombshell

Gretel & Hansel: la revisión del cuento de los hermanos Grimm llevada al género de terror y a la expresión autoral por Oz Perkins. Pero en esta ocasión, Gretel es una mujer que se ve seducida por el poder del mal. La bruja le asegura que puede tener tanto poder como ella, pero Gretel es superior moralmente y usa esa oferta para empoderarse. Un ejemplo más de que la mujer puede con todo por sí misma, sin depender tampoco de otras mujeres. 

El futuro del cine feminista

El mensaje está claro. Debe haber un esfuerzo por concienciar. Y hay que reconocer que el cine tiene esa capacidad. A lo largo de su historia, Hollywood ha vendido la idea al mundo de que el sueño americano y su sociedad son una aspiración que seguir. También ha ayudado a afianzar los roles de género tradicionales. Es el momento de que se redima. Es el momento de que use su increíble poder de comunicación y transmisión cultural para desmantelar los viejos roles y ayude a crear unos nuevos más igualitarios con todas las personas de este planeta, independientemente de su género, raza o religión.


Javi Tena

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