De repente, de una semana para otra, te quedas sin trabajo y te encuentras perdido. Las dudas te acechan, no sabes si vas a poder llegar a fin de mes, o si podrás pagar las facturas, y entras en una vorágine de pensamientos autodestructivos que lo único que consiguen es inmovilizarte. Explicación de inmovilización: “estado, que, en mayor o menor medida, imposibilita que funciones al nivel que quisieras funcionar”, afirma Wayner W. Dyner en Tus zonas erróneas. Esto puede llegar a un punto en que se convierta en lo único que piensas. Así, se transforma en una nueva rutina.
Dyner explica cómo en ocasiones nos tratamos mal a nosotros mismos por mera costumbre, y nos plantea las siguientes preguntas: ¿Cuánto tiempo más te aferrarás a tus sensaciones? ¿Qué pasaría si decides pensar en otras cosas? ¿Qué pasaría si decides usar tu cabeza de una manera constructiva?
Las claves para reinventarnos
Todas estas son cuestiones que podemos aplicar a cualquier situación. Las preguntas y las auto- preguntas son una herramienta de mejora personal muy poderosa. En la película El Guerrero Pacífico (2006), Sócrates pregunta a Dan, el protagonista, si acaso es realmente feliz y el porqué de sus acciones, y esto provoca un cambio progresivo en Dan, que se encamina hacia la felicidad.
Estas preguntas nos guían hacia la reinvención, porque rompen nuestra zona de confort, pero al mismo tiempo nos permiten lograr ser quienes realmente somos. Y es que actuamos basados en nuestras creencias y en lo que esperan los demás de nosotros mismos. Quizás no nos atrevemos a probar aquello que nos llama la atención con la premisa de que, «eso no está hecho para mí”. Es una excusa horrible, estamos volviendo a inmovilizarnos por lo que hemos aprendido de la sociedad.
No os voy a mentir, sincerarse con uno mismo, reinventarnos, es muy complicado y conlleva tiempo, y quizás ayuda de un profesional como un coach o de alguien cercano a nosotros. Hacer la pregunta acertada en el momento indicado puede ser de gran ayuda. Ojalá lo hubiera sabido hace un par de años, pues habría apoyado a alguien muy cercano a mí. En definitiva, no solemos preguntar sobre la salud mental: ¿cómo estás? o ¿estás pasando una buena etapa? Y deberíamos hacerlo más a menudo, con el mero fin de ayudar.
Consejos prácticos
Una manera de comenzar a reinventarnos con la ayuda de estos interrogantes es usar aplicaciones o agendas que diariamente preguntan a sus lectores sobre distintos hábitos. En ocasiones son preguntas sin aparente importancia u otras totalmente inesperadas. Dicho esto: ¿por qué no coges papel y lápiz y respondes a todas las preguntas que hay en esta columna?
No te conformes con aquello que no te hace feliz, piensa en positivo y LÁNZATE a aprender algo nuevo, repasa aquellos conocimientos que puedan ayudarte, pide ayuda a un especialista y, sobre todo, no te inmovilices.
Soy Aymara Rivero. Estudio Bachillerato y me defino como entusiasta, risueña, positiva, extrovertida, analítica, reflexiva, amante del arte y los viajes. Mis sentidos siempre están atentos, por si puedo aprender algo nuevo.
